Futbolistas como Andrés Escobar, hinchas, árbitros y dirigentes deportivos figuran entre los muertos de la violencia que rodea al fútbol colombiano, suscita lamentos y acaba de cobrar la vida de Édgar Páez, presidente del Tigres F. C., equipo que ascendió a la liga profesional en 2016 y un año después, en 2017 descendió a la B.
Ayer, 23 de septiembre de 2023, a eso de las 6 y 40 de la tarde, Édgar Páez salió del Estadio Metropolitano de Techo con su hija después de ver jugar y perder a Tigres F. C. contra el Atlético F. C. de Cali en un partido que quedó 3 – 2, válido por la fecha 13 del Torneo de Ascenso.
Édgar Páez y su hija salieron del Estadio de Techo, ubicado en la localidad de Puente Aranda, en una camioneta Mazda 2, tomaron la Avenida de Las Américas y se les atravesó una moto blanca y uno de los ocupantes disparó varias veces por la ventana del vehículo del presidente del Tigres F. C.
Páez recibió balazos en el tórax, cuello y cráneo. Fue trasladado rápidamente a la Clínica Méderi pero allí, confirmaron su deceso. Esto es lo que se sabe hasta ahora sobre el crimen de Édgar Páez mientras funcionarios de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Puente Aranda revisan cámaras de seguridad para tratar de determinar quiénes fueron los responsables y las posibles causas del asesinato.
Antes de ser dirigente deportivo de otros equipos como el Independiente Santa Fe, Édgar Páez fue funcionario en el área automotores del desaparecido DAS.
Como siempre cuando la violencia enluta el deporte, poco después de conocerse el crimen, la Federación Colombiana de Fútbol lamentó y reprochó el hecho a través de las redes sociales.
En su perfil de X, antes Twitter, la FCF publicó:
La Federación Colombiana de Fútbol y su Comité Ejecutivo, lamentan el fallecimiento del señor Édgar Páez presidente del Club Tigres FC. Desde el fútbol colombiano expresamos nuestras condolencias y acompañamos en su dolor a familiares, amigos y allegados. Q.E.P.D”.
También le puede interesar:
