La Universidad Distrital es una institución de carácter público que alberga alrededor de 25000 estudiantes, entre pregrado y posgrado. Aproximadamente 1500 se encuentran cursando programas posgraduales como son: especializaciones, maestrías y/o doctorados.
Pues bien, la crisis suscitada por la pandemia se refleja en la imposibilidad que tienen los estudiantes de continuar con sus estudios, esto debido a los recortes presupuestales que muchas empresas, colegios e instituciones privadas han tenido que hacer en sus nóminas para salvaguardar su patrimonio.
Con eso claro, el grueso de la población estudiantil posgradual, según un estudio sociodemográfico realizado al interior de la misma, afirma que un 46.3% pertenece al estrato 2 y el 40.8%, al estrato 3; es decir, casi el 90% de los actores en formación. Además, de acuerdo con el DANE, esta población es la más vulnerable por los efectos adversos de la pandemia.
En semanas anteriores los estudiantes dirigieron cartas, derechos de petición y propuestas al Consejo Superior Universitario para llegar a acuerdos que beneficien a toda la comunidad; sin embargo, a la fecha no se ha obtenido ninguna respuesta. La preocupación se hace evidente debido a las fechas estipuladas por la misma, ya que los procesos correspondientes a las matrículas están próximos a iniciar.
De ese modo, todo parece indicar que el CSU (Consejo Superior Universitario), en cabeza de la alcaldesa Claudia López, ignora por completo la situación de posgrado. Por otro lado, este olvido, quizá consentido en la sesión anterior, demuestra su profundo desconocimiento de la universidad de la cual hizo parte en la década de los 90.
A la final, los estudiantes solo exigen ser escuchados e invitan a la ciudad a que respalde y acompañe sus luchas, ya que los ciudadanos de a pie son quienes pagan al distrito un porcentaje por cada estudiante. No podemos olvidar que son los hijos de Bogotá los que se forman en este claustro, que ha sido tan golpeado por la corrupción en varias ocasiones.
El insumo más valioso que tiene la Universidad Distrital son sus estudiantes, serán ellos quienes harán la transformación social y podrán transmitir el orgullo a las nuevas generaciones de haber sido parte de la universidad de su ciudad.
Considerando las problemáticas y precariedades que tiene la ciudad de Bogotá, se hace necesario que la ciudadanía no olvide a este pequeño grupo de individuos, que sueñan con una sociedad más justa y en donde todos y todas tengan derecho a la educación.
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