Resulta que un día me encontraba canaleando en mi casa, cuando decidí poner mi televisor en Win Sports. Estaban poniendo en su señal principal un Equidad vs. Pasto desde el Estadio de Techo en Bogotá. Mi consternación como periodista (en proceso) y amante del diseño gráfico en medios, inició cuando vi el Estadio totalmente vacío, casi sin hinchas. Sé que hay, por conocimiento de causa, pero están en la tribuna cubierta, donde también se ubican las cámaras de televisión; nadie se va a poner a exponerse al sereno de la Sabana sabiendo que podrías ser la única persona del otro lado del estadio, y con el número de hinchas del Pasto en la ciudad, no por desmeritarlos, esta posibilidad estaría descartada.
Sin embargo, se me vino de una vez a la mente que este es uno de los partidos del paquete de fútbol colombiano que ofrece el canal Win Sports +, lanzado a inicios de este año con el fin, según la Dimayor y su presidente Jorge Enrique Vélez, de incentivar el balompié nacional e inyectarle más recursos con una tarifa mensual para sus suscriptores de $30.000. Una cifra equiparable con un paquete de hasta 6 canales de películas premium e incluso plataformas de streaming.
Al presidente de la Dimayor y a los gerentes de Win, cuya casa máster es RCN Televisión, quien también pasa por sus momentos más críticos en cuanto a audiencia y credibilidad editorial, se les olvida que para que un producto sea algo “Premium” debe brindar un valor agregado que tenga exclusividad, lujo, y la sensación de querer tener algo bien privilegiado, en cuanto a lo que sería, en este caso, un servicio. Win Sports + pretende simplemente cobrar por las transmisiones que han hecho con el mismo estilo de siempre, sin realmente darle ese plus, que tanto promocionan para volver el fútbol colombiano más atractivo, y esto lo podemos ver en los siguientes ejemplos.
En Inglaterra, desde hace varios años, la Premier League es un servicio de televisión premium, solo que a diferencia de aquí, el televidente no pagaría por un sólo canal de fútbol, sino por todo un paquete que incluiría señales de canales especializados en otros deportes, con coberturas en vivo pre y post encuentros, noticias, documentales, programas especializados de los equipos (bueno, allá, los equipos tienen hasta sus propios canales de televisión), entre otros. De lo poco que he visto de la parrilla de programación del nuevo canal que todos antes queríamos, no salen de: Los partidos, el noticiero, Saque Largo, y un programa que es como un resumen de una hora de cada partido de la fecha anterior. Puro y sencillo relleno para cubrir las horas en donde prácticamente no tienen nada que cubrir u ofrecer. Como quien dice, metámosle arroz a la lechona pa’que se llene, no importa cómo.
El paquete gráfico de este año del canal Win Sports + parece como si hubiese sido sacado de plataformas de internet como Livestream, o de lo más básico del Adobe After Effects, el software con el que se crean las visuales de los canales de televisión. Honestamente, jamás pensé que se iban a tomar la sencillez tan demasiado en serio que se les olvidara que para que un producto sea visto como “Premium” debe verse bonito. En el caso de una transmisión, tiene que poseer un paquete gráfico con colores fuertes, potentes, bien estructurado, con las figuras de los futbolistas cuando vayan a dar estadísticas precisas de él en pantalla; no sólo los números y el escudo al lado, eso se ve muy feo. Estas características que describo, ellos las poseían, incluso hasta el año pasado, cuando quisieron imitar un poco las gráficas de la misma liga Premier.
Un producto “Premium” es algo que ofreces, más cómo lo ofreces más qué más me vas a dar que me deje suficientemente satisfecho. No esperen que haya gente, en la Costa, sobre todo, cuya mayoría vaya a gastar $30.000 para ver a Unión Magdalena, histórico pero descendido, jugar contra el recién creado Real San Andrés. Sobre todo cuando en zonas como Santa Marta, esos treinta mil pueden significar unas buenas bolsas de agua, ya que allá no está el acueducto desarrollado a nivel total, o un mercado. Cobrar por dar un partido tan simple como ese, es el vivo ejercicio de avivato que los colombianos culturalmente, todavía tenemos, por infortunio.
Y tampoco nos vengan con el cuento de que el canal afianzará la cultura futbolera del país. De por sí, la afición en Colombia por el fútbol es grande, muy grande, pero no lo tomamos a niveles tan glorificantes como lo hacen lugares como Argentina o Brasil. Ni hablar de los esquemas de sus competencias futbolísticas. Mientras en Colombia tenemos 36 equipos en dos divisiones profesionales, los argentinos poseen 103 clubes divididos en cinco divisiones, y subdivisiones regionales. O Brasil donde toman sus campeonatos regionales tan importantes como el propio Brasileirao o la Copa do Brasil. Mapas de fútbol tan complejos que ni siquiera se asemejan a la realidad de nuestros torneos. Allá pasa lo contrario que aquí en cuanto a derechos de televisión, en vez de sobrar tiempo en los medios para los equipos, allá les hace falta.
Por último, no quisiera referirme a los periodistas, muchos de los más reconocidos, tienen un vínculo laboral con el susodicho canal Win. He leído ya muchas opiniones y hasta artículos en donde critican su falta de objetividad y su ocultismo a la hora de referirse al estado de la señal Premium. A todo esto sólo puedo agregar que su continua defensa a los dirigentes, y su repetido discurso que el fútbol es un negocio, cuando la Dimayor está generando ingresos desde hace más de una década con la implementación del fútbol por televisión cerrada, me da a concluir que cada quien habla y defiende lo que absolutamente le conviene.
Y así podría dar muchas razones más para decir que el fútbol de nuestro país aún es un servicio público, en el sentido que falta tanto desarrollo estructural como deportivo para convertir nuestra liga en un referente competitivo para la región. Cuando esto suceda, o cuando no tenga la Champions gratis, pagaré un canal “Premium”.