No sería una campaña política si muchos de los candidatos en contienda no dijeran mentiras, no subieran el tono para exagerar alguna cifra y si no usaran la demagogia con propuestas irrealizables porque creen que así consiguen más votos. Eso es normal, no necesariamente es bueno o apropiado, simplemente han sido los vicios políticos heredados de muchos años de tradición, corrupción y mal manejo del poder; y a eso nos hemos acostumbrado, cada dos o cuatro años se vive una desdicha y tristeza porque “ganan los mismos”. Quizá ese sea el peor error, creer que no hay nada que hacer y dejar que otros decidan porque esto no lo “cambia nadie”, “porque todos son iguales, ladrones y pillos”.
En el intento por cambiar esos imaginarios en nuestro sufrido departamento, hace casi quince años nació una nueva fuerza política liderada en sus inicios por Adriana Gutiérrez y Oscar Iván Zuluaga, además de Luis Alfonso Hoyos denominado Nuevo Partido, que un tiempo después se convertiría en la semilla del Partido Social de Unidad Nacional (Partido de la U). Ese grupo político formó una coalición con Luis Emilio Sierra, parte del Partido Conservador, pero desde el Movimiento de Salvación Nacional. Esta coalición a la que denominaremos “B”, rasgaba sus vestiduras y se debatía a muerte para ganarle las elecciones a la “Coalición A”, es decir al yepo-barquismo que por treinta años dominó, ultrajó y desangró la política caldense.
Como lo sabemos, Adriana Gutiérrez es más uribista que Uribe y en la pelea con Santos, ella también salió del Partido de la U y fundó el Centro Democrático por el cual hoy es candidata a la alcaldía de Manizales; hasta ahí todo normal, es posible estar o no de acuerdo con ella o con los postulados de su partido político, pero tiene todo el derecho a elegir y ser elegida. Lo paradójico de su candidatura es que hoy está apoyada por su anterior enemigo el señor Omar Yepes, a ese al que había que quitarle el poder del departamento para ‘dignificar’ la política de Caldas, para salvarla y reorientarla. Entonces, ¿será que hoy ella es igual a él, será que ahora sí, entre los dos ´dignifican’ la política y salvan a Manizales y Caldas?
La verdad cada quien decide por quién vota, pero con contradicciones de este tamaño no se puede, que no nos crean huevones, que no nos vengan con el cuento de que la política es dinámica, que el enemigo de mi enemigo es mi amigo y que para ganarle al santismo se debe hacer de todo. Sé y por voz de ellos mismos el malestar que esto ha generado en una gran parte de militantes dentro del Centro Democrático, porque hoy en Caldas se puede decir que hay una “Coalición C”, el yepo-uribismo.
Pero no solo el yepo-uribismo nos quiere ver la cara de huevones, el candidato a la gobernación de la Unidad Nacional también. El señor Guido Echeverri Piedrahita con su cara de bonachón y de abuelo cariñoso, también nos quiere volver a meter los dedos a la boca. Que no se nos olvide que él hacía parte de la “Coalición A” y que ellos mismos ayudaron a su destitución porque los traicionó para irse con la “Coalición B” de la cual es hoy candidato.
Sin embargo eso es lo de menos, el transfuguismo en Colombia es deporte nacional. Sabemos que ideológicamente nuestros representantes son laureano-marxistas y que estar en un partido u otro les da lo mismo, necesitan ganar a costa de todo sin importar tener que pasar por encima de sus principios o de otras personas.
El problema aquí es que cuando Guido se presentó a las elecciones del 2011 él sabía que estaba inhabilitado, ya que su esposa se había desempeñado como secretaria de Hacienda de Manizales, entre los doce meses previos a la elección, ese chistecito nos costó a los caldenses la módica suma de 8.000 millones de pesos aproximadamente, que fue el valor de las elecciones para elegir a su sucesor por su destitución, toda una millonada para un departamento en ley de quiebra y toda una irresponsabilidad para alguien que quiere asumir el cargo más importante de Caldas.
Lo peor de todo es que seguramente los caldenses volverán a creer en él, en su risa hipócrita y en su liderazgo fallido, con la zozobra que puede volver a ser destituido, porque la reelección de gobernadores no está aprobada y sabiendo que él fue electo gobernador hace cuatro años y ahora se vuelve a lanzar, eso tipifica reelección; otra cosa es que haya sido destituido, pero eso no le quita la victoria del 2011. Y para los que dicen que ya hubo otra elección, hay que decirles que esa elección fue en el mismo periodo para el que él fue elegido.
Para terminar, nuestra propuesta es que los ciudadanos manizaleños y caldenses voten, no importa por quién, pero que lo hagan y que en lo posible sea un voto informado, responsable y libre.
@julianelpolit