La última vez que fui a Bogotá pagué 700 mil pesos por un pasaje en Satena. Era diciembre y quería visitar a mi hijo a quien no veía desde hacía un año. Ir por tierra era imposible: el serpenteante recorrido que me llevaría hasta Villavicencio por trochas, lechos de río, morichales y caminos de herradura se demoraría, por lo menos, 48 horas, y al llegar a la capital lo primero que me hubiera tocado hacer, sería quitarme de encima la costra de barro y polvo que me quedaría después de la travesía.
Si los 852 kilómetros de asfalto necesarios para cubrir el tramo Puerto Gaitán-Puerto Carreño se hubieran construido, el viaje duraría menos de 12 horas. Puerto Carreño, la capital del Vichada, no sería ya más nunca un punto lejano sobre el mapa de Colombia. El costo de vida de los vichadenses se reduciría ostensiblemente. Traer víveres a esta ciudad es una tarea titánica. Vichada, con 102.000 kilómetros cuadrados, es el segundo departamento más grande del país. Su red vial secundaria, compuesta de trochas y llanuras, es apenas de 1.562 kilómetros de los cuales solo 34 son pavimentados. Encerrados en la inmensidad de la Orinoquía tenemos que resignarnos para movilizarnos a los caprichos del Río, a las bondandes de los vuelos de apoyo de nuestras fuerzas militares y de los precios especulativos de Satena.
El caso mío no es el más dramático. He visto como padres de familia que aspiran a darle la mejor educación a sus hijos enviándolos a Bogotá, debido a que acá no se cuenta con instituciones de educación superior, esperan durante todo un año, el tiempo en que pueden demorar para conseguir el dinero de los tiquetes, para volverlos a ver; personas que han muerto por no haber podido desplazarse a tiempo a la capital para ser atendidos de sus enfermedades; diligencias personales que se hacen eternas y costosas porque todos los trámites deben realizarse en Bogotá. No hay nada más arrecho que salir de Puerto Carreño.
Todo esto podría solucionarse si se tuviera en cuenta el estudio que ya se contrató por 22 mil millones de pesos como primer paso para hacer la carretera Puerto Gaitán-Puerto Carreño, obra que costaría 2.5 billones. Según el presidente Santos en una alocución desde el municipio La primavera este dinero ya está adjudicado para el Vichada. A este paso la carretera no se hará por lo menos en los próximos 30 años.
Tendré que seguir resignado a ver a mi hijo una vez por año, el Vichada seguirá viviendo 50 años atrás y Colombia seguirá desaprovechando una posible despensa agrícola que proporcionaría 2.7 billones de toneladas de alimento para el mundo.