Hace unos días una triste noticia toco los medios de comunicación en el país, “Una mujer Wuayúu, falleció por causas asociadas de desnutrición”
Hasta cuando podemos aguantar este tipo de cosas en el país, es triste saber que aún nuestros indígenas se siguen muriendo de hambre y aun no se hace nada para poder solucionar esta problemática que cada día desangra a esta sociedad bañada de corrupción, de injusticias y sobre todo, que les importa “un pitó” que se sigan muriendo niños y mujeres de lo más cruel del mundo, de desnutrición.
Hace algunos meses con bombos y platillos fue entregado por el presidente Juan Manuel Santos, un pozo de agua para que las comunidades puedan solventar sus necesidades, pero este dicho pozo esta igual de contaminó que el río Bogotá y el otro pozo entregado esta dentro de un convento donde los curitas y las monjas no dejan que los indígenas y las comunidades saquen agua… triste, hasta donde llega este tipo de desigualdad social y de envidia por parte de algunos otro cuantos.
Señora Cristina Plazas, que tristeza que esto siga pasando, usted y yo tenemos esta pelea cazada y quiero que tenga claro que no descansare hasta ver que los niños de La Guajira y las comunidades indígenas, no se sigan muriendo de algo tan inhumano, de pura y física hambre.
Pero ya el vaso esta rebasado o se acaban las muertes o mejor es que renuncie del instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
Hace unos días el presidente llamo a consejo a todos los para superar la situación de la Guajira… Lamentablemente la mayoría de las personas que asistieron, son de las mismas familias que durante décadas han robado y han desangrado a este departamento, lastima llenemos más los bolsillos a los sinvergüenzas y ladrones.
O arreglamos esto o lo arreglamos, o mejor renuncie Doctora Plazas, porque para mi análisis, le ha quedado grande una cartera tan importante para este país, ¿estará usted dispuesta a cargar con las muertes de cientos de niños que se quedaron esperando un plato de arroz o un vaso con agua?