El ataque a un club gay en Orlando, Florida, en el que un hombre irrumpió a tiros y asesinó al menos 50 personas, ha conmocionado e indignado al mundo. Bueno, a una gran parte, ya que es imposible negar que haya algunos a los que les cause satisfacción notar que hay cincuenta homosexuales menos en el mundo
Pero, ¿no resulta lamentable que se hubiese podido evitar? ¿No resulta lamentable que el ser homosexual signifique marginación, indiferencia y discriminación? ¿No resulta lamentable que si una pareja del mismo sexo manifiesta libremente y con respeto su amor, se vean cohibidos? ¿No resulta lamentable tener que llevar oculto algo tan natural como lo es la orientación sexual, por temor? ¿No resulta lamentable que en pleno siglo XXI, en la época de la democracia y la libertad, todos aquellos quienes podemos considerarnos parte de la comunidad LGBTI veamos cómo se vulneran derechos, tan básicos como la vida, y sólo nos lamentemos? ¿No resulta lamentable que el primer sentimiento de un padre al enterarse que su hijo/a es homosexual sea decepción y tristeza, por ejemplo? ¿Eso tampoco resulta lamentable?
Obvio, algunos traerán a colación que es excelente que leyes ya nos empiecen a reconocer y a proteger, pero, ¿de qué me sirve que, en el caso colombiano, la Corte Constitucional admita que con mi novio constituyo una familia, cuando a un niño en el colegio le enseñan, implícitamente, que la única forma reconocida y aceptada de familia es la heterosexual? ¿De qué me sirve llegar a adoptar cuando, quizá, aquel niño recibió la idea de que los homosexuales somos unos “violadores”, “pecadores” y demás estereotipos que desencadenan odio –y/o ataques en bares? ¿De qué carajos sirve todo eso si desde pequeños nos enseñan a despreciar y ver de reojo todo lo que es distinto?
Una ley busca regular una conducta, pero la educación regula y elimina el odio.
Y el odio es el que motiva a que hechos tan deplorables como el de Orlando se sigan cometiendo. No solamente contra la comunidad LGBTI, sino contra todo aquello que nos hacen considerar diferente desde que nacemos.
Por lo tanto, no más lamentos si no estamos haciendo mayor cosa para evitar que cada día haya personas como Omar Mateen… Personas llenas de odio.
@Soza_Mauricio
