Esta semana la ciudad se estremece nuevamente con la noticia de un nuevo proceso de tala, esta vez en la calle 72 con carrera 24 y surge nuevamente la inquietud en los habitantes de la capital en torno al objeto de dicho proceso y cómo la ciudadanía puede ponerle punto final a esta atrocidad.
En Bogotá durante los últimos 3 meses hemos visto como la alcaldía se ha puesto en la tarea de eliminar un número importante de los árboles que se encuentran, tanto en parques como en los separadores de las vías. Esto no sería una noticia importante ni llamaría la atención de la sociedad de no ser porque están eliminando árboles que aparentemente están en buen estado fitosanitario y cumplen funciones como adornar la ciudad, realizar el proceso de intercambio gaseoso y proporcionar hábitat a animales silvestres.
No se entiende cuál es el objeto de la tala que viene realizando la administración pública de la ciudad y qué función están cumpliendo el Jardín Botánico y la Secretaría Distrital de Ambiente en este proceso. De acuerdo a cifras entregadas por el mismo alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, en su cuenta de Twitter (el pasado 3 de septiembre, tras escándalo desatado por la tala desmedida de árboles) durante su alcaldía se han talado 10.714 árboles y se han sembrado 86.620.
Pareciera que la administración ha sembrado ocho árboles por cada individuo talado, como en algún momento quiso hacer ver la directora del Jardín Botánico, Laura Mantilla, cuando inició este proceso de tala desmedida en el Parque El Virrey el pasado mes de agosto. Sin embargo, el subsecretario de ambiente de la ciudad, Óscar López, el pasado 7 de septiembre aseguró en declaraciones recogidas por Semana Sostenible que, respecto a la tala de árboles, "Nosotros (el distrito) vamos en 10.000, pero se han sembrado 23.000 nuevos”.
Es decir que la cifra del señor alcalde recoge los árboles sembrados por el Jardín Botánico, que en su página PlanT (consultada hoy, 3 de octubre) describe así: 23.622 sembrados en espacio público, 9.664 en espacio privado, 42,972 por restauración ecológica y 10.938 por replantes, lo que suma 87.196 árboles sembrados en el período 2016 a agosto 2018. Sin especificar que si bien el total es magnífico, la compensación por tala es inferior a la proporción 3 por 1.
¿Qué herramientas tienen los ciudadanos para exigir el fin de la tala indiscriminada?
Si bien no existe ninguna autoridad que pueda detener el accionar de la alcaldía y ponerle fin a los procesos que esta ejecuta, la ciudadanía aún tiene instancias a las cuales acudir y no hablamos de las vías de hecho. La Procuraduría, la Contraloría y la que parece ser la más próxima a los ciudadanos es la Veeduría Distrital; estas tres autoridades son las que podrían ponerle un tatequieto al plan del alcalde.
Ya el Jardín Botánico ha cedido ante recursos y recomendaciones de entidades como la Personería Distrital, y al ver viciado el proceso de socialización decidió suspender la tala en la carrera novena de manera temporal.
Sin embargo, aún hay pendientes al menos 25 proyectos de restauración paisajística por ejecutar y solo la ciudadanía puede exigir a la alcaldía claridad y transparencia frente a este arboricidio.