El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, aseguró al periódico La República que: “Estamos llegando al fin, pero todavía nos quedan cuatro meses de aumentos en gasolina corriente. Debemos llegar a un horizonte que, si lo miráramos en enero de este año era de $18.000, hace tres meses fue de $16.000.
Hoy podemos hablar que el horizonte viene bajando y probablemente sea de $15.500, es decir que la brecha es cada vez más pequeña. Con ese horizonte, llegamos a un momento en el que nivelaríamos precio de la gasolina internacional con el nacional, y resolvemos el déficit de caja del Fondo de Estabilización de precios de los combustibles”.
El portal Infobae informó que: “El Gobierno nacional anunció, en la noche del primero de septiembre (2023), que el precio de la gasolina corriente aumentará, desde el 2 de septiembre, $400 a nivel nacional. También se advirtió que el precio del diésel no registrará ningún ajuste en su precio de venta al público.
Así las cosas, para septiembre de 2023, el precio promedio de venta al público de la gasolina en el país quedará en $13.964 por galón, mientras que el del ACPM se mantendrá en $9065 pesos por galón. A la llegada del Gobierno del presidente Petro en agosto de 2022, el galón de gasolina costaba $9180; en diciembre de 2022, $10.123; en marzo de 2023, $10.766, en junio, $12.367 y en septiembre, $13.964, lo que significa un incremento de $4784, más de un 65 %.
Petro, mediante un video en Facebook, dice que los precios tendrían como límite $8916 el galón de gasolina y $8396 el galón de diésel. Y los medios de comunicación oficiales publicaron que el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, aseguró que no es cierto que el Gobierno haya incrementado el precio del diésel o que planee hacerlo en lo que resta del año, de manera que calificó de “politiquera” la posibilidad de un eventual llamado a paro de los transportadores de carga.
Sin embargo, en La República, Bonilla insiste en que el incremento del diésel será después que termine el de la gasolina y en un video, de manera cínica dijo que después que pasaran las elecciones para no perjudicar la intención de voto por los candidatos de los partidos de la coalición oficial como el Pacto Histórico. “Según el ministro, una vez se terminen las alzas en gasolina, se iniciará con el ACPM, con el fin de cerrar el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC)”.
Y agregó: “El precio del diésel empezará a incrementarse después de nivelar el precio de la gasolina, nos quedan cuatro meses. En noviembre empezamos a mirar si empezamos a hacer algo con el diésel. Por lo pronto, no vamos a tocar el diésel en plena campaña electoral”.
Petro se constituye, quizás, en el presidente que más impuestos aplicó a la población durante su primer año de gobierno. El mismo ministro Bonilla dijo que los verdaderos efectos de la Reforma Tributaria los sentirán los colombianos en 2024, con recaudos aproximados de $20 billones anuales, sobre una población exhausta, cuyos ingresos no les alcanza ni para pagar los privatizados servicios públicos y esenciales como agua, luz, teléfono, gas, televisión e internet, además de la salud y educación, convertidos en grandes negocios de las multinacionales.
La sagacidad de Petro está en la cooptación de organizaciones y líderes sociales, a través de la burocracia para neutralizar el descontento. Como dijo el ministro de Luis XIV, rey de Francia, Petro conoce “¡el arte de desplumar al ganso sin que chille demasiado!”