Voy a cumplir 50 años dentro de 3 meses y recuerdo que siendo niño el agua llegaba a las 4 am y se iba a las 7 am, en la calle Videla en el centro de Buenaventura. En esta época el servicio de acueducto era prestado por Acuavalle. Este problema de falta de continuidad del servicio de acueducto no es nuevo, en el plan de desarrollo estructurado y ejecutado por CVC en los años 70, se realizaron varias obras de ampliación de las redes de acueducto y adecuación en la planta de tratamiento; la ciudad creció su población también y ese acueducto que era para una ciudad muchísimos más pequeña, se quedó mucho más corto. A principios de los 90 En el gobierno del Alcalde Edinson Delgado se diseño un Plan maestro de Acueducto y Alcantarillado por la firma Ángel y Rodríguez y se empezaron a hacer obras en gobiernos posteriores, por aquí por allá y la gente decía "que no rompan más". Para agravar el problema, luego se hicieron obras inconclusas (por ejemplo el caso de la tubería de 23" que nunca se puso al servicio).
El operador que ha tenido falencias administrativas padeció este mal que aunque no es de su autoría, tampoco se reinvento para dar solución. Pues teniendo un fenómeno natural a favor, como es estar en una de las regiones de mayor pluviosidad del mundo, hubiera podido "innovar" en soluciones caseras de agua lluvia potable, por ejemplo, como lo hizo uno de los últimos edificios construidos en la ciudad. Los gobiernos locales, bajo el pretexto de la solución del saneamiento básico, han venido gestionando y obteniendo recursos; como por ejemplo, Plan cólera, Fondo Nórdico, el Plan Pacífico, Plan Carrasquilla, préstamos Infivalle y ahora último Plan de choque con el Fondo Nacional de Regalías.
Este Plan de choque impulsado por el presidente Santos, contrató un Nuevo diseño de Plan Maestro de Acueducto a través de Findeter que estructuró la solución total que dará al Distrito de Buenaventura agua 24 horas. Pero claro ya le gente no aguanta más. La ejecución de este plan que ya tiene los recursos y si se actúa “con prisa y sin pausa” propone, del 2019 al 2023, soluciones permanentes al servicio continuo del servicio de agua potable.
Que queda? Que el gobierno Nacional acompañado por el Distrito, vigile la inversión de esos casi US$ 80 millones, que los contratistas cumplan los cronogramas y que para tal fin se constituyan las veedurías ciudadanas. Si esto se puede dar, solo queda pedir más paciencia a nuestra población, “ya aguantamos lo más, aguantemos lo menos”.