Jhon Jairo Velázquez Vázquez, alias "Popeye", es el nombre que más se debió escuchar el día de ayer en nuestro país. El ex jefe del grupo de sicarios de Pablo Escobar, después de pagar una fianza y cumplir más de dos décadas en prisión, está a un paso de convertirse en uno de esos nuevos héroes que tienen millones de jóvenes en el país.
La vida del paisa, básicamente, es una demostración de que la maldad "paga". Se salvó de morir a balazos muchas veces; vivió rodeado de dinero, mujeres hermosas y fue poderoso; pasó años en la cárcel y logró superar el tiempo; ahora es una de las personas más custodiadas por el Estado colombiano. Tiene de todo su vida y obra.
Me imagino a esta hora al conocido libretista colombiano que, durante años, ha llevado a la pantalla chica series como "El Capo", con una sonrisa enorme dibujada en sus labios. Un nuevo personaje para sus historias surgió entre balas, cocaína y sangre; tal como, al parecer, le encanta a él. No debe faltar mucho tiempo, para que la imagen de la mano derecha del más grande narcotraficante de la historia, empiece a rondar por los pasillos de alguno de los canales que tanto daño le hacen al país.
Ya me puedo imaginar las ofertas que los presidentes, de cada medio televisivo, deben estar alistando para alias "Popeye". Un personaje como él, con tantas ganas de poder, seguramente no podrá rechazar una de las mismas. Es más, yo creo que si le ofrecen presentar Estilo RCN o La Voz Colombia, este asesino aceptaría. Sus ganas de figurar en los medios son superlativas, evidentemente. Ahora que la libertad de alias "Popeye" es el tema de moda, no se me haría extraño ver a niños en Bogotá llenando un álbum donde salgan los personajes principales que acompañaron la vida delictiva del sicario del Cartel de Medellín.
No es descabellado mi planteamiento y, dejando un poco de lado la ironía, me preocupa el manejo que le están dando esos mismos mercaderes de la información a la noticia del sujeto que confesó haber cometido más de 250 asesinatos. Un cubrimiento cinematográfico se le dio durante las horas del día de ayer, a la salida del personaje de la prisión de máxima seguridad en Combita. Lo más triste del caso, es ver como unos pocos hacen lo que quieren. Colombia está cansada de crear falsos ídolos, pero los canales de televisión no. Ellos son los amos del país.
Alias "Popeye" es un personaje que, realmente, parece estar más interesado en figurar y continuar con el legado de su Dios (Escobar), que con el objetivo de aportar para que el país por fin cierre esa página que llenó de sangre el libro llamado: Colombia. Ojalá los medios tengan un ataque imprevisto de responsabilidad y dejen de "vender" al sicario como una personalidad de nuestro país. Debe ser terriblemente doloroso para cualquier familiar de una de las victimas, de las balas de Velázquez, el hecho de tener que mirar su rostro día y noche en televisión nacional.
Ojalá Colombia tenga la capacidad de dejar en el olvido, en buenos términos, la secuela histórica de un humano tan vinculado la vida de Pablo Escobar. Sería importante que el gobierno colombiano se dedique a utilizar, de la mejor forma posible, al delincuente que conoce tanto sobre terrorismo. Una persona como Jhon Jairo Velázquez Vázquez, es vital para atacar a las bandas criminales y, además, para esclarecer un montón de situaciones confusas ocurridas en la década del 80.
@andresolarte
#DESPIERTACOLOMBIA.
