Carlos Vargas es una bocanada de aire fresco en la anquilosada farándula colombiana. Carlos Giraldo lo descubrió en Sweet, el célebre programa de chismes. Caleño empezó su vida en el colegio militar. Acá lo vemos en 1996:
Ahí está, con toda su gracia, su hermosura. Una valentía para afrontarse y quererse como es. Incluso cambió su forma de vida y ahora parece más el de un atleta, un asceta:
Sin mojigatería alguna Carlos Vargas publicó en su Instagram la atrevida celebración de cumpleaños que le hizo su hermana, con strippers y todo:
El haber sido hijo de un militar no fue suficiente para que lo convirtieran en alguien que no es. Su instagram más que una red social, es una declaración de principios. Basta ver las fotos y disfrutar del chismoso más valioso que tiene la televisión colombiana. Caracol no dejará irlo jamás: