A sus 50 años estos han sido los golpes que ha tenido que resistir Paula Andrea Betancourt.
Desafío 2004: Los años dedicados al ejercicio le han dado más que una esbelta figura y así lo demuestra cada noche. En 2004 nadie daba un peso por ella cuando se fue a la primera versión del desafío. Aquella vez, la única condición que le impuso Caracol fue que por lo menos aguantara más de una semana. Ni la misma producción imaginó que sería capaz de soportar murciélagos, ratones, hambre y humedad, mucho menos que se ganaría el programa, con los 300 millones del premio.
El reinado como presentadora: No es fácil para una celebridad mostrarse ante la cámara sin gota de maquillaje, sudando o recién despertado. Hay reinas y modelos que jamás se dejarían grabar en el estado en que los participantes del desafío lo hacen, pero el atractivo físico de Paula Andrea superó esta prueba de fuego, a la que no cualquiera se le mide. Paradójicamente, en noviembre pasado, teniendo toda la producción del Concurso Nacional de Belleza encima, sucedió todo lo contrario. En aquella ocasión fue presentadora y le robó protagonismo a la nueva reina pues los televidentes quedaron asombrados por el aspecto de su rostro en pantalla. Se veía deformada por el botox, que ha reconocido usar desde hace diez años. Esto, sumado al maquillaje y peinado del momento, le jugó una mala pasada y ni los chistes ni burlas en redes sociales se hicieron esperar.
Su reinado como Miss Colombia: El reinado que ganó en Cartagena fue uno de los más aburridos porque ninguna otra candidata tenía opciones serias de ganar. Fue ella quien puso fin a la dinastía de las Sáenz en Cartagena, pues la hoy actriz Kathy Saénz lloró con el virreinato al no poder ser reina, como Shirley y Julie Pauline, sus dos hermanas mayores. Una vez coronada, su año de reinado se vio opacado por el antecedente de Paola Turbay, con quien se dijo tenía rivalidad. La prensa del momento hablaba de su mal carácter pues en más de una ocasión habría dejado de asistir a eventos de su agenda real, a lo que ella se defendía diciendo que era por problemas familiares y que siempre se excusaba. Tampoco tuvo problema en enfrentarse con Doña Tera, quien no vio con buenos ojos que la entonces Miss Colombia posara ligera de ropa para un calendario en el Amazonas.
Miss Universo en México: En Miss Universo, fue favorita pero los kilos de más le costaron la corona, pues no lució igual que en Cartagena y la noche final su rostro se veía inflado. Aun así, estaba en mejores condiciones que la eventual ganadora, la puertorriqueña Dayanara Torres, cuyas piernas estaban poseídas por la celulitis. De los tres virreinatos que Colombia tuvo en los años noventa, el de Paula Andrea fue el que más supo a derrota que a triunfo.
Chismes y enfrentamientos: Ha tenido también encontrones con la modelo Natalia París, que en alguna ocasión le acusó de plagio por la fórmula de una crema corporal, cuando tenía su línea de productos para el cuidado personal. Sin embargo el chisme más infame que ha desmentido fue su supuesta relación con el extraditado capo Don Diego. Las malas lenguas aseguraban que la ex reina estaba con el narcotraficante en su finca el mismo día que fue capturado, lo cual ella negó tajantemente.
Su mediático divorcio: La prueba más dura que ha tenido que enfrentar Paula Andrea Betancur sea quizá su divorcio del publicista Juan Carlos Villegas, a quien conoció cuando tenía 16 años, y sostuvo un matrimonio por más de 15, del cual son fruto sus tres hijos. Ella dijo que se aburrió de ser quien llevara las riendas del hogar, y él argumentó infidelidad por parte de ella. El tema de la separación de bienes llevó el caso hasta los juzgados y la modelo perdió el 50% de su empresa, además de que rechazó proyectos para no tener que darle la mitad de sus ganancias a su ex esposo. Villegas pretendía quedarse con una buena tajada del patrimonio incluyendo la casa donde vive Paula Andrea. Tampoco faltaron los rumores de violencia intrafamiliar. Desde entonces el amor quedó relegado en su lista de prioridades pues está dedicada de lleno a la crianza de sus tres hijos adolescentes.
