Dios no es culpable de la estupidez humana, él está en tu corazón y en ninguna parte de la historia te ha enviado a hacerle daño a la sociedad. Son decisiones humanas y las consecuencias serán humanas.
Por estos días que nos ha tocado una de las más trágicas pandemias de la humanidad vemos por todas partes personas irresponsable dándole a Dios tan gigantesca responsabilidad de ayudarnos y sacarnos de este mal momento por el que pasamos. La verdad es que Dios no es responsable que los hombre elijamos mandatarios insensatos, sin escrúpulos, que odien y desprecien sin desdén la madre naturaleza, personas que explotan los recursos no renovables de forma desaforada.
Mientras el capitalismo o la corriente económica que sea no detenga la contaminación a los ríos, mares, hasta que no se detenga la deforestación desmedida, hasta que el sector industrial no acepte el daño que se le hace la capa de ozono y el efecto invernadero esté latente en nuestras vidas, nada cambiará.
Tenemos por delante un futuro o panorama dantesco, apocalíptico, triste, oscuro y nefasto. Soy un psicólogo colombiano con múltiples inquietudes y me hago muchas preguntas: ¿acaso fue Dios el que le firmó a la Drummond la explotación de Descanso norte y Pribbenow en la Jagua de Ibirico? ¿Acaso es Dios quien aprueba los pilotos de fracking en nuestro país?
¿Acaso es culpa de Dios que un pueblo insensato elija personas que odian al pueblo? ¿Acaso es dios culpable que en los cultos se alabe el nombre de un hombre y no del creador? Dios no es culpable de la ley 100, ni que los mandatarios amen más el dinero que el servicio social. No te confundas: Dios no es culpable, ni responsable de todo esto. No le des una cachetada a papá, él te ama.
