Ahora dicen que hay tres CGT, no es así, a la luz de los hechos siempre ha habido una sola, y me permito demostrarles mi tesis.
Terminó el XI Congreso Nacional de la CGT con un sabor agridulce. Dulce porque la asistencia al Congreso fue masiva, los más de 800 delegados de todo el país demostraron que la CGT sigue siendo una confederación viva, palpitante y deliberante. La verdad luego de tantos años, de pandemia, paro nacional, el fallecimiento de Julio Roberto y luego de cinco décadas de existencia dio gusto ver el auditorio a reventar demostrando que el sindicalismo de la CGT sigue siendo una fuerza social nacional.
Pero deja un sabor agrio, porque no se logró preservar la unidad, al menos no hasta el momento. La pugnacidad es normal y hasta saludable en todas las organizaciones sociales y políticas, el problema es cuando esta se exacerba y rompe con la unidad. En este Congreso Nacional de la CGT un sector importante equivalente a unos 160 delegados principalmente del sector campesino liderado por Jaime Cortes, se marginó de la votación final luego de un álgido debate que pasó a lo personal.
¿Y ahora qué? ¿Otra CGT? No, es una sola. Continúo demostrando mi tesis.
Para un lector desprevenido es fácil comprar el relato que culpa a Percy Oyola Palomá, de la división de la CGT, después de todo, fue contra él que se reveló un grupo de exmiembros de la CGT en abril y también es contra él que el grupo liderado por el compañero Cortes al parecer se separa ahora.
Pero, ¿realmente es Percy el culpable de la división de la CGT? no, es justamente lo contrario, con sus errores y testarudez ha sido precisamente Percy Oyola quién la ha defendido a toda costa. Primero la defendió de los exmiembros de la CGT liderados por Miryam Luz Triana quienes básicamente se marginan de la CGT por estar en contra de la reforma laboral que afectaba su negocio de tercerización abusando de la figura del contrato sindical. Y segundo ahora la defiende de un sector liderado por Jaime Cortes que buscaban quedarse con el control de la Confederación con jugaditas como no firmar planillas de asistencia, rayar las que otros firmaron o quedarse con las que los acreditaban, para tumbar el quórum deliberativo del anterior Congreso Nacional.
Pero aquí hay otras dos similitudes que encuentro, la facción de Miryam Luz Triana se separó vulnerando los estatutos, forzando una mayoría que nunca tuvieron. Cualquier estudiante de primer semestre de derecho que lea los estatutos de la CGT concluirá que su auto convocatoria y auto nombramiento fue ilegal. De otro lado, la facción de Jaime Cortes se marginó de la votación sin ser mayoría, ojo, la mayoría quedó adentro del auditorio con 394 delegados que eligieron al nuevo Comité Ejecutivo, en otras palabras, los de Jaime son malos perdedores que no aceptaron el resultado y que nunca fueron mayoría. Yo sí quiero que Jaime nos expliqué a la luz de los estatutos de la CGT cómo hizo él para crear otro comité ejecutivo dónde él es Presidente. ¿Dónde está su sustento jurídico?, porque la verdad no lo tiene.
Los hechos muestran que quién ha respetado los estatutos en ambos casos ha sido Percy. Quién ha vencido a las demás facciones en democracia ha sido Percy, quienes han decidido irse como malos perdedores auto nombrándose son ellos. ¿Y ahora resulta que la culpa es de Percy Oyola?
No hay tres CGT, siempre ha habido una sola; tampoco hay tres presidentes, a la luz de los estatutos y la democracia, es Percy Oyola.
Para terminar, un hecho del que nadie habla es el económico y en este punto los datos son inobjetables. Luego de la muerte de Julio Roberto Gómez en 2021 la CGT quedó en grandes dificultades económicas, ¿ustedes saben cómo se sostuvo la CGT en estos tres años? Con aportes de las federaciones, ¿y saben quienes no aportaron un peso? ¡Pues en buena medida las que se marginaron de la votación del Congreso Nacional! Es decir, quienes no aportaron para sostener la CGT en su peor momento ahora querían ser Presidentes. Y por cierto, quienes sí aportaron cada mes para sostener los gastos de la confederación en su mayor parte se quedaron dentro votando.
No opino desde mi sesgo, tampoco pienso que Percy Oyola sea perfecto y en efecto ha cometido errores, pero si alguien aquí ha obrado en derecho y democracia ha sido él. Solo remitamonos a los hechos.
Desde luego que es muy triste lo que sucede y aún albergo la esperanza de que Percy y Jaime se sienten y hagan las paces. Pero dejemos algo claro, no hay tres CGT, siempre ha habido una, lo de auto nombrarse al estilo Guaidó ha sido una jugadita de malos perdedores quienes ahora jugarán a decir que “sí querían la unidad”.