La ambición o la egolatría que llevó a Santrich a continuar negociando con cocaína le ha hecho daño a todo el mundo. Primero a él Seuxis Pausivas Hernández porque lo llevará probablemente a la cárcel y de pronto a la extradición hacia las garras de la justicia americana. Segundo, le hizo mal a la paz porque pone un palo en la rueda de la credibilidad de la guerrilla y de paso da argumentos a la derecha para “hacer trizas los acuerdos”. También le ha hecho daño a sus compañeros, aquellos que de verdad están buscando la reincorporación a la sociedad y ahora serán mirados bajo sospecha de ser de la misma calaña, unos simples traquetos. Le hace mal al ELN que negociará con el inri del narcotráfico y el poco margen de maniobra que tienen los negociadores del gobierno. Y por último, le hace mal al país que sentía un aire de alivio de esos cincuenta años de guerra y odios pero se estremece de susto que las Farc vuelvan al monte.
Las evidencias presentadas por la DEA y la Fiscalía colombiana dejan bastante mal parado al exjefe guerrillero y ahora representante a la Cámara. No le va a quedar fácil explicar sus cercanías con compradores de droga enviados por el cartel de Sinaloa y mucho menos esa melosa dedicatoria de una pintura suya para Rafael Caro capo del narcotráfico “con aprecio y esperanza de paz” le escribe Santrich, seguro no se refiere a la colombiana, sino la paz entre los carteles mexicanos. Si entre los de Sinaloa y los de Michoacan no pelean podrá negociar con ambos sin verse involucrado en guerras peligrosas. Debe ser esa la paz que anhela el odioso Santric
Y son tan comprometedoras las imágenes y grabaciones que Rodrigo Londoño fue tibio en su defensa, como si estuviera dudando de inocencia de su camarada. Por supuesto al principio Timochenko reaccionó con indignación y dijo que era un montaje pero con el paso de las horas y después de una reunión con Santos, salió a reconocer que se limitó a pedir garantías para un debido proceso y que se continuara con lo pactado en la implementación de la paz. Es decir, el jefe máximo de la Fuerza del Común parecería que se va a desmarcar de su compañero.
No pasa lo mismo en las redes sociales donde abundan defensas de Santrich al estilo Lula el expresidente brasilero condenado por corrupción. Allá la militancia se niega a reconocer las evidencias de sus delitos y lo han mitificado de tal manera que lo ven como intocable. Cualquier acción judicial en su contra se considera persecución política aunque no defienden de la misma manera a todos los corruptos que lo rodearon y que hoy están encarcelados. Parecería que a la izquierda latinoamericana de nuestros días poco le importan las pruebas, rodea a sus dirigentes aun cuando sean unos ladrones descarados; Lula es un corrupto pero es “nuestro” corrupto, Correa es corrupto pero es “nuestro”, Maduro es corrupto pero es “nuestro” corrupto, Ortega es corrupto pero es “nuestro” corrupto. Y con ese racero de inmunidad basada en lo ideológico esperan saltarse las leyes.
No a todo el mundo le fue mal con la detención de Seuxis Hernández.
A pesar de ser un tropiezo más para el proceso de paz, Santos parecería no salir tan mal librado. Y al Fiscal por fin le cuaja un buen espectáculo
Jesús Santrich dio bastonazos de ciego a diestra y siniestra, fue un mal invidente que solo vio por sus propios intereses. Pero ahora pasa al segundo acto, al estilo aprendido de Lula, el de perseguido y víctima. Entra en huelga de hambre, como ya lo hizo dizque para defender a su guerrillerada presa, a esa que no la tuvo presente cuando se sentó a negociar los millones de dólares que recibiría de la coca salida de los territorios hoy controlados por los desertores de las Farc.
Claro que no a todo el mundo le fue mal con la detención de Seuxis Hernández. En esta crisis, a pesar de ser un tropiezo más para el proceso de paz, Santos parecería no salir tan mal librado. Aprovechó la coyuntura para reconstruir un poco su pobre imagen de gobernante y tapar los rumores sobre corrupción en el manejo del Fondo para la Paz. Y al Fiscal por fin le cuaja un buen espectáculo. Además ahora que el santismo va a apoyar a Vargas Lleras, Néstor Humberto parece feliz de compartir el éxito de la detención de Santrich con su nuevo mejor amigo, Juan Manuel.
http://blogs.elespectador.com/sisifus