Habían quedado que este 20 de enero se irían a vivir juntos. Esa era la fecha que él puso para que ella dejara todo y se fueran a compartir una vida. Se fueron a un apartamento alquilado a través de Aibnb. No se sabe muy bien qué tanto de su vida sabía ella, pero, por lo visto, no sabía nada. No sabía que tenía tres hijos, que estaba endeudado, que era casado y que era un fanático religioso. Él, mientras tanto, irradiaba una pasión tóxica. La celaba, se sentía inseguro por los 16 años que le llevaba. Por eso le montó la perseguidora. Incluso le tenía puesto un detective privado para que la siguiera. Seleccionaba sus amistades. La controlaba completamente.
En los chats que encontró la Fiscalía en el celular de ella, hallado en una cesta de basura en el aeropuerto El Dorado, se encontraron estos chats donde se evidencian los celos que tenía el hombre nacido en Wisconsin.
Acá hay algunos apartes de la conversación:
“¿Quién dijo que iré de fiesta? Te hice videollamada, estoy con Manuela en su casa. Fuimos a una conferencia de cannabis y ya eso es todo. Sí había más personas, pero yo no estoy con nadie, no sé de dónde sacas eso”
El gringo sólo respondió OK demostrando su ofusque. A lo que la joven respondió con este mensaje dándole un parte de tranquilidad:
"Mañana tengo otras [cosas] en la mañana. Una limpieza facial y la cita de las pestañas. Luego iré a empacar y me veo contigo. Siempre te dije que el 20 de enero”