El miedo puede matar más que la enfermedad. Ya se han empezado a ver casos en Colombia de personas contagiadas con el nuevo coronavirus, causante de COVID-19, a quienes su entorno inmediato (no necesariamente su familia) está estigmatizando, tratando mal, intimidando e incluso amenazando.
Esto es particularmente riesgoso en una sociedad como la colombiana, donde campea la intolerancia, producto de que muchos inmaduros ven el mundo sólo en blanco o negro, con un criterio dicotómico de todo o nada, de está conmigo o contra mí.
En algunos otros países como Brasil (donde a muchos les importa más ver un partido de fútbol que leer un libro, igual que acá) también se han empezado a ver casos de intolerancia, no sólo hacia los posibles contagiados, sino, vaya a usted a creerlo, hacia el personal médico que está en la primera línea de defensa ante la pandemia.
Uno de los aspectos más riesgosos del nuevo coronavirus es que su periodo de incubación puede ser largo y en muchos casos producirá pacientes asintomáticos, lo que favorece la transmisión invisible, es decir, aquellos individuos que creen estar sanos y andan por ahí contagiando al toser o estornudar sin cubrirse boca y nariz.
De modo que si queremos que más personas con posibles síntomas de COVID-19 se animen a contactar a los servicios de salud para proceder al adecuado diagnóstico y se pueda dar un mejor seguimiento a los casos reales (no a un subregistro), con el fin último de frenar al máximo la propagación, por el bien de todos no estigmatice.
Y este no estigmatice aplica no sólo para posibles contagiados de COVID-19, sino para quien tal vez padece una simple gripe, pero a quien su entorno inmediato, empezando por los vecinos, ya está haciendo sentir mal al señalarlo con el dedo.
Es ante todo responsabilidad de un enfermo, claro está, evitar contagiar a los demás, pero ayudémosle por las buenas en esa labor, orientándolo con base en las recomendaciones de salud que hemos oído por todos lados. Debe evitarse intimidarlo, porque de lo contrario el enfermo se lo callará y se convertirá en un posible foco de contagio en su entorno.
Por eso se ha puesto tanto énfasis en que para salir de esta coyuntura pronto, con solidaridad, todos debemos poner de nuestra parte.