Sirva esta queja pública, para que el director de supersalud haga retirar de las líneas telefónicas de las eps y especialistas, una propaganda que se convirtió en el suplicio chino.
Los colombianos usuarios de la salud, estamos mamados de su propaganda colocada en las líneas telefónicas que nos entregan para pedir una cita. Se convirtió como dicen en un suplicio chino que replica en los oídos por media hora o más y que dice: “desde cualquier ciudad, desde cualquier lugar, Supersalud línea nacional; marque ya Supersalud, línea gratuita nacional: cero uno ocho mil quinientos trece setecientos, y en Bogotá cuatro ochenta y tres, siete mil; Supersalud, por la defensa de los derechos de los usuarios” Todo esto es una gran mentira, porque los teléfonos de Supersalud tampoco son contestados.
Esta propaganda pagada me imagino con millones de pesos de la plata de los impuestos del pueblo no dice la verdad y está aportando la mala atención de los usuarios que nunca reciben una respuesta buena de atención médica.
Si le contestan después de muchos tiempo esta de buenas, pues a muchos se nos cuelga la llamada. Esta propaganda como dicen algunos maldita, solo esta ocasionando otra enfermedad contra los nervios de los enfermos causando estrés, rabia, ansiedad y visitas a los psiquiatras y psicólogos.
Esperamos que el director eunuco de esta entidad que supuestamente debe defender a los usuarios que requieren buena atención en salud, tome cartas en el asunto y haga retirar de estas líneas telefónicas esa propaganda. Pida a las EPS, en mi caso FAMISANAR, que nos entregan vía email las pre autorizaciones para que llamemos a la clínica Tolima 6082708025 o a Medicadis 608 2596411 o a cualquier otra entidad, empresa o como se llame, quienes prestan los servicios de profesionales médicos especializados, o RX, o laboratorios para que nos den una cita rápida. Una grabación remplaza una persona y nos somete a colas interminables con propagandas que se convierten en torturas chinas, y se olvidan de colocarnos una persona de verdad.
Nos convierten en marionetas y tontos. Por más de sesenta días nos sucede lo mismo. Nos cuelgan el teléfono después de media hora, o no hay agenda llame otra vez, o nos dan una cita diez o más días; después, nos llaman para cambiarla y de nuevo hay que pasar por el proceso de tortura china.
La mala salud nos obliga a pedir la reforma a la salud. No importa quién gobierna. Lo cierto es que el pueblo está cansado de tanto desorden y falta de gobernabilidad y empleados alcahuetes que engordan los bolsillos, mientras las malas decisiones siguen enfermando al pueblo colombiano. .
