El discurso del presidente Petro en la Asamblea general de la ONU tiene un trasfondo, un trasfondo filosófico. Este es el eclecticismo. Decía mi profesor Gonzalo Hernández de Alba que el eclecticismo es una actitud filosófica propia de los tiempos de crisis, y en filosofía remite al tema del final de la metafísica. Ahora estamos al final de una crisis de la civilización occidental, que desde Pitágoras (600 a C.) ha venido dominando el mundo gracias al conocimiento científico y sus aplicaciones técnicas. El resultado lo tenemos frente a nuestros ojos y a nuestro alrededor: cambio climático planetario y riesgo de extinción de la vida. Este es el tema que entreteje la armadura conceptual del discurso del presidente. Y estas son algunas de sus fuentes.
1.“Las relaciones de poder” en el mundo. Concepto tomado de Foucault que le sirve de prisma para cuestionar la política antidrogas de Estados Unidos. Primero, como la imposición de una “guerra irracional” que pretendiendo rescatar la selva, produce lo contrario, la destruye. Segundo, como indicador de un mecanismo de compensación inmoral que traslada la responsabilidad y la culpabilidad del problema de su causa a sus consecuencias. Si en el mundo desarrollado sus habitantes consumen sustancias sicoactivas es porque hay unas selvas donde se producen. Así reza el eslogan de esta política invertida. Y tercero, para denunciar el fracaso de esa guerra, iniciada en el gobierno de Richard Nixon (1971). Cincuenta años de errores repetidos y nuevos, de falsos resultados exitosos (muerte de capos, arresto de traficantes y consumidores, incautaciones, destrucción de centros de producción) y de efectos colaterales destructivos (corrupción política, judicial y administrativa, violencia generalizada y degradación moral y ambiental).
- “El mercado Frankenstein”, culpable de la creación de ese poder mundial irracional de la acumulación ilimitada, de la competencia egoísta y del consumo compulsivo. Estas facetas reunidas en el concepto de mercado pueden remitir a varias fuentes. Pienso en particular en el libro clásico de las ciencias sociales del siglo XX, La gran transformación, de Karl Polanyi (1944). Esta obra muestra cómo desde los orígenes de la revolución industrial en Inglaterra, desde las “leyes de pobres” (Speenhamland, 1795) hasta la aparición tardía del concepto de capitalismo y de la idea del mercado autorregulado, todo este proceso acarreaba una “dislocación” de las formas de vida humanas, esencialmente comunitarias, hasta entonces conocidas.
- “El asalto a la razón”, ocurrido en 1933, año del ascenso de Hitler al poder, y ahora extendido a escala planetaria. Es el título de un libro de Georgy Lukacs (1952), en donde este examina desde la época de la revolución francesa y en reacción contra ella, la formación de un poder aristocrático feudal que va a legitimar unas formas de poder apoyadas en la violencia, a la que llama irracional, y que confluyen en la ideología racista del hitlerismo. Este poder irracional es el que denuncia Gustavo Petro, el que está presente en nuestras violencias endémicas y entre cuyas víctimas mayores están los afrocolombianos y las comunidades éticas indígenas; es decir, es una violencia con profundas connotaciones racistas.
- “Prendan de nuevo las luces del siglo”. Aunque lejana e invertida, la alusión al “siglo de las luces” remite al debate de finales del siglo XX entre modernidad y posmodernidad, en donde una de las partes – Jürgen Habermas -, reivindicaba la tesis que el proyecto no estaba concluido, liquidado en los campos de batalla de la segunda guerra mundial, sino que era un proyecto inconcluso, inacabado, iniciado en los tiempos de Kant y prolongado a través de una necesaria crítica a las formas de racionalidad desviadas que instrumentalizaron el pensamiento, la ciencia y las técnicas hacia diversas formas de sometimiento de la naturaleza y de la vida humana.
- “El fin de los tiempos”, el riesgo de estar inmersos en un nuevo ciclo de extinción de la vida en la tierra, que incluye sin duda a la especie humana. Es el tema de Slavoj Zizek (2012), en donde los asuntos relacionados con la crisis ecológica mundial y su efecto de cambio climático está vinculado estrechamente con lo que considera una “crisis terminal” del capitalismo. La cuestión de la sexta extinción también la han planteado los geólogos que formularon la noción de antropoceno que, a diferencia del holoceno, no sería la etapa final de la evolución de la vida en la tierra, coronada en el cerebro del hombre-rey, sino el proceso de extinción debido a los efectos de la actividad humana sobre la naturaleza y la tierra
Concluyendo. El primer discurso del presidente Petro en la ONU no es un panfleto pastiche. Es una respuesta vigorosa apoyada en diversas fuentes teóricas y empíricas, que utiliza esta tribuna para ejercer la práctica de la parrhesía (nuevamente Foucault), de tener el coraje de decirle la verdad al poderoso, aun poniendo en riesgo la vida de quien habla y los considerados intereses de la nación. Lo de la hipocresía moral es de la propia cosecha del presidente, de su experiencia política y de las consecuencias de esta mala política antidrogas.
Si la política de guerra contra las drogas ha fracasado, también con ella se ha derrumbado la teoría que la sustentaba; esto es, la célebre teoría de la oferta, en sentido económico-callejero, y de la culpabilidad del cultivador, en el orden jurídico y moral. Esa teoría afirmaba que toda oferta produce su propia demanda. Ahora resulta que la oferta se ha diversificado desde el primer mundo (metanfetaminas, fentanilo, drogas de diseño, etc.), aumentando la demanda y los riesgos sicotrópicos.