Juan Daniel Oviedo es uno de los funcionarios más queridos del gobierno saliente de Iván Duque, tanto que el presidente electo Gustavo Petro quería dejarlo en el cargo de director del Dane, pero Oviedo, al que todos reconocen por su particular forma de hablar, como 'gomelo', dijo que no por diferencias que tuvo con el equipo de empalme económico, del que el director del Dane acusó de darle órdenes antes de posesionarse.
La forma de hablar de Oviedo desde siempre ha generado burlas. Dicen por ejemplo que el director del Dane "no se saca la papa de la boca para hablar", dicen que es un niño rico que se quedó con el tono, pero la verdad es que Juan Daniel Oviedo, declarado abiertamente gay, no tiene su particular voz por 'gomelo' sino por un grave accidente que tuvo cundo era muy niño. Así se lo contó a la revista Bocas.
“Me quedó como una zeta. Por eso tengo la boca un poco torcida. Los médicos tuvieron que jalar el músculo. Yo era muy pequeño. En los momentos de opulencia, a mí solo me daban leche de polvo holandesa. Eran unos tarros gigantes, azules, lindos, que mi papá traía de no sé dónde. Un día, a la persona que ayudaba en la casa se le ocurrió que esos tarros podían ser cestos de basura y puso uno en el cuarto de juegos. Me caí encima. Se me abrió completamente la cara con la lata”, le contó el director del Dane a la revista.
Su accidente le produjo una cicatriz muy grande por la que le cogieron 72 puntos internos y externos. En el colegio le pusieron apodos que hicieron muy difícil aquella época, que fue de rechazo constante.