No ha terminado la pandemia y ya se escuchan voces hablando del manejo inadecuado de esta por parte de nuestros gobernantes (nacionales y distritales). Lo cierto es que hasta solo la semana pasada entramos en la llamada “meseta”, “aplanamiento de curva” o “pico epidemiológico”.
Ahora bien, ¿qué tantas razones tendrán lo que lo manifestan? Probablemente, habría que ser patólogos para determinar post morten cómo nos fue y aún es temprano para aclararlo. Veamos algunos datos.
- Colombia probablemente va a ganar un record como la cuarentena más larga: 160 días aproximadamente, hasta el 31 de agosto (si no la alargan). Se nos acerca Bolivia con 139 e India con 133.
- El indicador más trascendental es fallecimientos por 100.000 habitantes, donde ocupamos el octavo puesto con 29,8 después de Perú (80,8), Italia (59,6), Chile (55,5), EEUU (51,8), Brasil (51,2), México (44,8) y Bolivia (35,3). En otras palabras, el virus se ensañó con América.
- En cuanto a la tasa de letalidad es 3,2%, ocupando el noveno lugar.
- Para fallecimientos ocupa el décimo segundo puesto.
- Nuevamente, en cantidad de contagiados por país va en la octava posición con 456.689 confirmados (U. Hopkins).
- Al cruzar los datos con el indicador más trascendental, el Producto Interno Bruto (PIB), se observa que en el último trimestre evaluado nuestra economía se contrajo en un 15,7%. Al comparar con otros países encontramos Reino Unido, 20,4% (adiciónele el Brexit); España, 18,5%; y EE. UU., 9,5%, como para poner unos ejemplos de comparación.
- La tasa de desempleo en Colombia llegó en junio al 19,8%; a manera de paralelo, en España, 15,6%, y en Estados Unidos, 10,2% (Datosmacro).
- Falta medir las consecuencias psicológicas y psiquiátricas de este encierro, junto con los datos de violencia intrafamiliar. Lo único cierto es que las muertes por homicidios, accidentes de tránsito y otros han disminuido considerablemente, hemos llegado a tasas de hace 40 años (a pesar de las desafortunadas masacres de estos últimos días en Nariño y Cali).
Aún no ha terminado la pandemia, falta observar la conducción que se le dará para no tener una segunda ola de contagios. No obstante, su manejo será tema de campaña presidencial del 2022, donde se sacarán a relucir los resultados de esta coyuntura tan desafortunada.
En conclusión, lo único que puedo manifestar es que Dios sabrá si valió la pena esta cuarentena porque desafortunadamente los datos manifiestan resultados similares con o sin distanciamiento social.