A las siete de la noche del 19 de junio en el Movistar Arena, el recién elegido presidente Gustavo Petro se subía a la tarima y hacía un sorpresivo anuncio. Una de las primeras medidas que tomaría sería obligar al Fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa, a liberar a los integrantes de la Primera Línea que en ese momento estuvieran presos. A pesar de los aplausos de una multitud ebria de triunfo, el anuncio cayó muy mal en el país. Las manifestaciones que empezaron a minar al gobierno saliente de Iván Duque desde noviembre del 2019 y que se agudizaron con los abusos policiales de septiembre del 2020, se habían alargado de tal forma que a los jóvenes universitarios que salieron a las calles protegidos por improvisadas armaduras para protegerse de la violenta represión del ESMAD les había dado paso a personas ajenas al movimiento estudiantil como Sergio Andrés Pastor González, conocido como Alias 19.
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Si en Cali la base de operaciones del movimiento se ubicó en Puerto Resistencia, en Bogotá el Portal de Las Américas de Transmilenio fue el epicentro de la protesta. Muy cerca de allí más de mil muchachos se asentaron de manera permanente, en los descampados que aún quedan en Bosa, para salir una y otra vez al tropel contra el ESMAD. Alias 19 era uno de los lideres. A sus 19 años y según el expediente de la Fiscalía, Pastor González era el encargado de liderar campamentos urbanos subversivos que hacían guardia en las inmediaciones del Portal. Entre las actividades irregulares que realizaba se encontraba el de hacer cobro de retenes ilegales a los automóviles que circulaban en el sector.
A sus 31 años Pastor González estaba lejos, muy lejos de ser un líder revolucionario. Nacido en el sector 19 de Ciudad Bolívar, aunque asentado en la localidad de Kennedy desde hace algunos años con su familia, Su prontuario era extenso. En el 2011, a sus 20, ya tenía en su haber una historia de crimen, que iba desde lesiones personales, narcotráfico e inasistencia alimentaria. Durante un año, del 2019 al 2020, estuvo preso en la cárcel de Bellavista en donde fue puesto en libertad condicional. Esta fue una de las cárceles donde ha estado encerrado. Las otras han sido dos donde están los delincuentes de más alta peligrosidad: la Tramacúa, la terrible prisión de Valledupar considerada un verdadero infierno y en donde recibió un balazo, y la de Girón Santander.
Su condena a 14 años tuvo que ver con la tortura de Luis Miguel Jaramillo para que confesara su pertenencia a la Policía y por otro lado, concertaron con 80 o 100 personas para cometer delitos indeterminados a raíz de la protesta social que inició contra la reforma tributaria presentada por el entonces ministerio de Hacienda. La orden que dio Alias 19 fue la de amarrarlo a un árbol, golpearlo, hacerle heridas con un puñal, llenarlo de pintura y después rociarlo de gasolina amenazándolo con encenderlo en llamas. Las evidencias de la Fiscalía eran más que contundentes.
Alias 19 no se ha mostrado arrepentido por lo sucedido. Incluso existe el rumor de que llegó a amenazar al juez que tenía el caso en su contra y en declaraciones ha dicho sentirse orgulloso de su actuar y el de toda la Primera Línea. Su última declaración lo deja así de claro: "Este Estado judicial mediocre, solo les puedo decir que no sirven para nada y lo que hicimos nosotros fue un movimiento nacional, un cambio nacional, eso fue lo que hicimos y me siento orgulloso de las cosas buenas que hice, me siento orgulloso de la persona que soy, me siento orgulloso de los pelados que salieron a la calle inconformes de este puto Estado".
Con el prontuario y la actitud de Pastor González le queda muy difícil al prematuramente desgastado gobierno de Petro, poder interceder por él y los otros 11 compañeros que fueron sentenciados. El presidente tendrá otras peleas más importantes que dar.