La familia de Jorge Eliécer Gaitán expresa su más enérgico rechazo por los hechos de barbarie que viene cometiendo el grupo terrorista llamado Clan Úsuga que, sacrílegamente, se ha apropiado del nombre y la figura de nuestro progenitor para identificarse heréticamente como “gaitanistas” ante la opinión pública.
El reciente crimen de líderes populares, el atentado contra la dirigente Piedad Córdoba y el asesinato de humildes policías, son la antítesis de la doctrina justiciera y democrática que nos legó Jorge Eliécer Gaitán.
Invocar su nombre, para cometer tales infamias, demuestra que lo que se pretende es manchar su memoria, para que el pueblo olvide que él es mensajero de paz, de respeto a la vida, adalid de reivindicaciones justicieras y símbolo de equidad.
No cabe duda que Gaitán será para el posconflicto un faro que iluminará y unirá a la juventud en el camino hacia una paz humanista y sustentable.
Es por ello que los enemigos de la paz quieren borrar su legado de combatiente popular, en el intento deliberado de cometer memoricidio histórico, borrando la imagen del héroe, al asociarla con actos de salvajismo. La memoria histórica de los pueblos es patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Atentar contra ella, o sea, cometer memoricidio histórico es un delito de lesa humanidad.
Las Convenciones de la Unesco comprometen a Colombia a resguardar todo patrimonio cultural inmaterial colombiano. Por esta razón, denunciamos estos hechos ante la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ante la Unesco y ante el Ministerio de Relaciones Exteriores, que la representa, para que de inmediato se tomen medidas urgentes para proteger la memoria histórica de Jorge Eliécer Gaitán, como patrimonio cultural inmaterial que es del pueblo colombiano.