En una verdadera piedra en el zapato se ha convertido la excongresista Aida Merlano, la joven mujer que ha protagonizado un verdadera novela de intriga y corrupción, y que tiene en vilo no solo a importantes políticos de la región Caribe, sino que también se ha convertido en la nueva figura de disputa a nivel internacional, por cuenta de su inexplicable y Hollywoodesca huida en el mes de octubre del año pasado.
Luego de ser condenada en tiempo “record” por delitos relacionados con fraude y constreñimiento electoral, en lo que se ha venido a conocer en Barranquilla como el “escándalo de la casa blanca”, el asunto que ha tomado enormes dimensiones va mucho más allá de un simple fraude, pues su testimonios es la pieza clave en una investigación que incluye a los principales políticos del la región en asuntos relacionados con el mismo tema.
A lo anterior se suma ahora el lío diplomático del cual también es protagonista, ya que al ser capturada en Venezuela -con quien no se tienen relaciones diplomática- el presidente Iván Duque ha solicitado el apoyo del autoproclamado presidente interino del vecino país Juan Guaidó, quien en la práctica no posee ningún tipo de autoridad al respecto, con lo cual ha provocado, como ya es su costumbre, toda serie de críticas y burlas.
En medio de esta odisea regional se encuentra una mujer cuyo testimonio tiene temblando a muchos políticos y funcionarios que buscan a toda costa que su voz no sea escuchada, y que sin duda alguna se alegrarían de que ella cayera víctima de algún misterioso virus o sufriera un inesperado accidente, todo esto mientras pareciera ahogarse un el grito de ¡no dejen hablar a Merlano!