Estoy pensando seriamente en entrar al mundo de la política, específicamente la de Colombia. Sí, porque he hecho de todo para conseguir algo de dinero siquiera para pagar la factura del plan de mi celular, y no he visto negocio más rentable que el de ser un político (de esos que roban) en este país. No entiendo al "honorable" senador Roberto Gerlein cuando hace unos meses contó uno de los chistes del año 2017 : "No creo que nadie se haga rico como congresista. El salario es justificado", ¿alguien más no le creyó?
Por favor, avíseme cuando sus 27’929.064 de pesos mensuales no le alcancen para pagar los recibos de luz, agua, gas; cuando no le alcance para pagar un arriendo, para hacer un mercado, para comprar un iPhone de última generación, para comprar siquiera una moto. Ya me lo imagino diciendo que no le alcanzan esos pesitos para tanquear su camioneta tan solo por 100 mil pesos y le alcanza para varios días, sobrándole casi 26 millones 800 mil pesos en su cartera; mientras que un colombiano del común, ese que se transporta en bus a horas pico, se gasta casi 40.000 mil pesos semanal en transporte, compra al menudo en la tienda porque no le alcanza para hacer un mercado mensual 'con todas las de la ley', a eso súmele el arriendo, los servicios, y todos esos gastos los cubre con un salario mínimo; y todavía unos cuantos pobres congresistas tienen la valentía de decir que ellos "no se vuelven ricos con su sueldo" y hasta ruegan que nos les bajen el salario, yo con 27 milloncitos en mi bolsillo por lo menos me entra un fresquito porque tengo para el bus.
Pero bueno volvamos al tema, a parte de vivir tranquilo con un sueldo trabajando en la política (porque no solo son los congresistas), a eso agréguele lo que otros se están ganando de más por hacer 'favorcitos ilegales', robar en las narices de las entidades encargadas de velar por los recursos del Estado, los famosos contratos y otras tantas trampas de ese mundo del que muchos no quieren salir, porque ser político y corrupto en Colombia SÍ PAGA, o sino miren nada más el sinnúmero de senadores que están envueltos en polémicos casos de corrupción y la justicia no les hace ni cosquillas, ellos tranquilos, ya se echaron al bolsillo todos esos miles de millones, salen con sus rostros de víctimas a decir que los sobornaron, que ellos colaboran con la justicia y a cambio no pagan sino cinco años de prisión domiciliaria, ¡pobres de mis congresistas!, así cualquiera vive, con lo que me robo hago mi mansión, me compro mis cinco camionetas, mi hacienda, pongo a mis hijos en los mejores colegios y universidades del país, y cuando me "pillen", solo es conversar con jueces y abogados y que me encierren en mi propia mansión por varios años, o sino pregúntenle al Gobernador de Córdoba Alejandro Lyons, él sí sabe de eso.
Sin embargo, hay algo que ni todos los miles de millones adquiridos por Odebrecht, ni por el cartel de la hemofilia o el carrusel de la contratación pueden comprar, y es una conciencia tranquila, poder dormir sabiendo que al día siguiente puedo salir libremente sin miedo a que me detengan con una orden de captura. Todas nuestras decisiones dependen de nosotros, podemos escoger entre vivir como reyes (o como un político corrupto que es lo más parecido), pero con la zozobra del que sabe que cometió un delito, o vivir como un colombiano promedio que a duras penas le alcanza para comer, pero con la satisfacción de que nadie te arrebatará tu libertad.
