Margarita Rosa volvió a escribir uno de sus trinos de antología. Esta vez el destino de su dardo fue una mujer quien la acusó, impune e injustamente, de ser drogadicta:
Margarita Rosa, siempre precisa, siempre ganadora, sin pelos en la lengua, exhibiendo una libertad que muy pocos artistas y colombianos en general se pueden dar, respondió de esta manera en su twitter y los mandó a freir espárragos como sabe hacer ella: con altura