No me conviene que Alex Vernot sea elegido alcalde de Bogotá porque quedarían entre paréntesis los proyectos en marcha que tengo con él para producir una serie de documentales sobre la guerra y la paz, un par de libros y una película (Colombia for sale) en la que llevamos trabajando cerca de tres años.
No obstante, lo mejor que podría sucederle a Bogotá sería que Alex fuera su alcalde. Las razones son, al menos, estas:
1) No es un político sino un empresario, asesor y consejero de prominentes grupos económicos y tiene, a mi juicio, la mejor propuesta para hacer del llamado “posconflicto” la redención de Bogotá, con oportunidades para todos, dentro de un esquema de lo que él llama “economía del bien común”, opuesto al capitalismo salvaje.
2) Alex no le debe nada a nadie. Su campaña ha sido integralmente financiada con su propio bolsillo y se ha negado a recibir aportes de empresarios que se los han ofrecido.
3) Ha estudiado las realidades de Bogotá con talento y dedicación y ha establecido que las soluciones deben ser científicas y técnicas.
4) Posee un portafolio de proyectos y ofertas multimillonarias de inversión privada para mega-obras en Bogotá, que, inicialmente, preparó para Gustavo Petro pero este no las acogió. Quizá es a esto que se deba su candidatura: quiere que la ciudad sea la dueña del 30 por ciento de las obras monumentales que pueden ejecutarse con fondos privados que quieren hacerlo.
5) Dirigió el Banco de Colombia en una de sus etapas más difíciles y posee una experiencia económica y financiera como pocos en este país.
6) Alex sabe dónde está el dinero y cómo debe invertirse mediante fórmulas que no sean la consabida de ahorcar a la gente con una enorme soga de impuestos, cada vez más asfixiantes y temeraria. Antes, por el contrario, reducirá el predial en vista de que con el sistemas de tarifas que lo rigen se ha convertido en fuente de pauperización, principalmente de la clase media.
7) Alex es el autor de la investigación más completa y reveladora que existe sobre los dueños de la guerra en Colombia. Por medio de mapas, con los que suele hacer exposiciones itinerantes, tiene expuestas las regiones y las razones por las que el país permanecerá y difícilmente dejará la violencia. La guerra no se acabará cuando se decida en La Habana sino cuando así lo quieran sus verdaderos dueños.
8) La sensibilidad y el conocimiento de Alex sobre los problemas más graves de miseria y corrupción los he corroborado andando con él en trabajo de campo. Hemos hecho una serie de documentales que han sido aplaudidos alrededor del mundo ( los trailers de dos de ellos pueden verse en estos links http://nubr.co/9EBNDM y https://goo.gl/bsdaq1) y hemos palpado las realidades más crueles de Bogotá, él como investigador científico y yo como periodista, sin ninguna clase de interés político ni electoral. Tanto es así que el mejor de esos trabajos es sobre la muerte del ríoBogotá y solamente verá la luz después de elecciones.
Por todo esto, aspiro a que Alex no sea alcalde, aunque sé que es el mejor.