La naturaleza todos los días nos avisa y somos tercos, no le hacemos caso: la ola de calor es terrible en muchas partes del mundo, por ejemplo.
Para la muestra, en Europa se han visto obligados a cerrar las escuelas y muchos otros establecimientos para que las personas no se deshidraten. A la par, en otras partes los árboles se incendian solos.
El sistema capitalista, el libre comercio y la globalización, todos impuestos por el consenso de Washington y las multinacionales, aceleraron el consumo de combustibles fósiles y la destrucción de los bosques por la explotación de madera en América Latina (Colombia, Ecuador, Perú y Brasil), elevando en más de dos grados el calentamiento global.
Además, esto se ha constituido como la peor amenaza contra toda la vida existente en la tierra, de tal forma que en 30 años solo las cucarachas serán las únicas habitantes de nuestro planeta.
Cada año que pasa es más caliente que el anterior y viviremos de desastre en desastre. El deshielo de los polos, así mismo, cambia la salinidad y temperatura de los océanos, lo que tiene como consecuencia la muerte de muchas especies marinas.
Y para colmo de males, ya no tenemos religión, veneramos el logo, la marca: Levis, Coca-Cola, entre muchas otras. No importa que el producto sea malo con tal que lleve el logo.
¡No al consumo de carbono si quieres que nuestros bisnietos sobrevivan y no tengan que existir espantados de desastre en desastre!