No aguanta más:
- Iván Duque pontificando de todo, de la paz, de la guerra, del metro, del no metro, de la reforma, de la contrarreforma, de su gobierno, del nuevo gobierno, del anterior gobierno… Que hartazgo de este señor a quien no le alcanzo el tiempo para gobernar y no gobernar, que agotamiento de este señor que se quedó visiblemente ahogado en una letanía.
- Las corridas de toros, las corralejas, las cabalgatas de feria, las carretas tiradas por caballos en Cartagena, toda esa carnicería para borrachos, levantados, turistas desprevenidos y traquetones; toda esa cantidad de violencia para alimentar su violencia.
- Y no aguantan más los fallos, las tutelas, las revisiones, las cortes, los decretos, ese monto de papel judicial, e improvisadamente gubernamental, que intermitentemente las prohíbe y las revive, dejándolo a uno siempre en ascuas, siempre a medio camino, todas las veces con la mitad de la mitad. Hay negocio grande en el fondo y parece importante mantenerlo.
- Las demoras, las cancelaciones, los abusos, los extraprecios, las tarifas de su avidez, la burla constante e indolente de Avianca; todo aquello amparado en la incapacidad impune de la Aeronáutica Civil que no pone nada en la mesa, no habla, no existe, no remedia.
- La lora un poco ciclotímica de Claudia López deslumbrada en hacer política, política de constantes vaivenes, política confusa en el vicio de tirarle la culpa de cada incapacidad suya a otros. Alguien “tan cerca y tan lejos”.
- Santafecito jugando tan mal, tan pobre, tan perdedor.
- No aguantan la ministra de Educación, ni la del Deporte.
- Ni hay que decir que no estiran más los politiqueros, los corruptos, las caravanas de escoltas, los trancones, la robadera pública, la atracadera citadina, la testarudez del ELN (al que quise), porque esto es en extremo repetitivo, predecible.
En cambio, aguantan a todas horas y en cualquier parte la salsa; el festival de teatro de Bogotá que viene el próximo año; London, Kerouac, Kaldwell, Bohumil Hrabal o Boris Vian para leer y entender; el TransMiCable de Ciudad Bolívar, las fiestas de enero y Lisandro Meza, por siempre.
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