Han pasado cinco años y cada vez que vuelve a la memoria ese nefasto día en que se perdió el plebiscito por La Paz regresa la tristeza. Ese plebiscito se perdió porque a los colombianos les vendieron el miedo a punta de falacias.
Resulta paradójico que parezca normal un suceso verdaderamente anormal. Es anormal que se someta a la discreción popular la pregunta de si un país quiere o no vivir en paz. Y más anormal aún, que triunfe el No.
Sin embargo y a pesar de toda la bulla mediática que se sigue haciendo sobre el triunfo del No, es conveniente detenernos a revisar algunos datos.
Hoy, después de cinco largos años donde las ejecutorias de implementación del Acuerdo por parte del gobierno del presidente Duque son precarias, como lo demuestran las cifras del mismo gobierno, lo único que hemos presenciado es el recrudecimiento de la violencia, el asesinato permanente de líderes sociales, y el desplazamiento forzado de las comunidades más vulnerables. Ese es el daño que le hizo el triunfo del No a Colombia. Hemos sido incapaces de transitar por el camino de la paz y regresamos a la pesadilla de la muerte y el terror.
¿Cómo ganaron los partidarios del No? A punta de mentiras y engaños; se nos dijo que votar sí era estar en acuerdo con la implementación de la ideología de género y que los niños se volverían homosexuales ; que se le entregaría el gobierno a las Farc; que Rodrigo Londoño sería ministro de Defensa; que un porcentaje importante de las pensiones en Colombia se destinaría para financiar a los excombatientes; que los capitales migrarían a otros países; que se nacionalizarían las empresas privadas; que nos volveríamos castrochavistas y que sería el fin de la democracia y de la libre empresa. En fin, que se trataba de un pacto diabólico entre el gobierno Santos y la guerrilla de las Farc. Los promotores del No lograron imponer el pánico entre los electores.
La realidad de todo esto es que, a pesar de haber sido un triunfo bastante estrecho por el No, el presidente Juan Manuel Santos reconoció de inmediato que habían vencido. Y al Acuerdo inicial se le incorporaron casi que la totalidad de sugerencias de la oposición y en especial del Centro Democrático representado en el expresidente Álvaro Uribe. Esto como que se le olvidó al uribismo.
_______________________________________________________________________________
Se incorporaron al acuerdo casi que la totalidad de sugerencias de la oposición y en especial del CD representado en el expresidente Álvaro Uribe. Esto como que se le olvidó al uribismo
________________________________________________________________________________
En 20 departamentos ganó el Sí a la paz. Y perdió en los siguientes 12: Norte de Santander, Santander, Antioquia, Arauca, Casanare, Tolima, Meta, Caquetá, Caldas, Risaralda, Cundinamarca y Huila.
El Acuerdo de Paz sigue siendo la bandera de la extrema derecha. Y su intención de hacerlo trizas sigue viva como hace cinco años. Es por ello que es necesario recordar que ninguna predicción se cumplió; que están prestos para agitar de nuevo esas ideas, de ahí la necesidad de no repetir los errores del 2018. Colombia necesita con urgencia la implementación del Acuerdo de Paz, trabajar decididamente por el cierre de las brechas, por la inclusión. Necesitamos que un candidato de centro gane las elecciones, para que Colombia sea un estado solidario y viable