Con mano de hierro para evitar el retorno de la epidemia a Hunan o a cualquier otra ciudad de la China, los niños regresaron al colegio después de una larga y drástica cuarentena de dos meses.
Desde el ritual de lavado de manos, limpieza con ozono y el atuendo para protegerse con escudos de plástico y cascos para manejar distancias, todo está bajo control milimétrico en un mundo completamente distinto al que vivieron hasta las pasadas navidades. La naturalidad y la frescura infantil es asunto del pasado, como puede verse en este video.