El día que Nicolás Petro nació, su papá no se presentó en la clínica. A pesar de que era su primer hijo, no podía dejarse identificar: estaba en la clandestinidad como guerrillero armado del M-19. Por esos días de 1986 estaba en las montañas y el M-19 era un grupo ilegal que el Estado combatía ferozmente. Nicolás solo conoció a su papá cuando tenía dos años. Aunque ni siquiera físicamente. Se lo mostraron en la pantalla de una televisión, todo flaco y desaliñado, con un bigote falso mientras su rostro lo cubría una gorra azul y su cuerpo una chaqueta XL. Años después se enteró que el periodista al que su papá le había dado la exclusiva era Daniel Coronell y ese video se convirtió en uno de los más buscados de YouTube en Colombia.
Katia Burgos, la mamá de Nicolás, pertenecía a una familia tradicional, de los fundadores de Ciénega de Oro, el mismo pueblo de la familia de hoy Presidente. Cuando era niña, entre bicicletas y juegos a las escondidas, se enamoró de Gustavo Petro. El noviazgo se concretó en la adolescencia. Por supuesto, los Burgos jamás aceptaron la relación.
Ya embarazada y con el papá de su hijo, escondido en el monte, su familia le dio la espalda y entonces Katia empacó maletas a Bogotá y tocó la puerta de doña Clara Nubia Urrego, su suegra, y Juan Fernando Petro, su cuñado quienes la recibieron con generosidad. Por esa época, Katia era tan joven que le quedaba difícil asumir el rol de mamá.
Nicolás Petro pasaba su infancia jugando entre muebles acabados por el comején al tiempo que la mano dura de doña Clara Nubia lo ponía en cintura. A duras penas los recursos familiares llegaban a fin de mes. Vivían de un negocio que pusieron en la calle donde vendían venta de muebles de segunda, no tenía ni siquiera para pagar un local.
A los sietes años, Nicolás vio a su mamá llorar desconsolada en Bogotá y ese mismo día se regresaron a Ciénega de Oro. Tiempo después entendería que el papá ausente tenía un nuevo amor en la guerrilla: Mary Luz Herrán y le dejó saber a su mamá que de ese momento en adelante solo la tendría como amiga.
Nicolás creció con la amargura de saber que de los cinco hijos que tuvo su papá con tres mujeres diferentes, fue el único que no vivió con él. Pero esto no evitó que heredará su vena política.
Nicolás Petro siempre buscó abrirse paso en la política, a diferencia de su mamá quedó asqueada del poder y maneja un bajo perfil entre su trabajo en Sincelejo y su vida privada en Ciénega de Oro. En el 2011 Gustavo Petro se lanzó a la alcaldía de Bogotá, Nicolás que ya tenía 26 años y sin experiencia laboral como abogado, se caminó la capital ayudando a recoger las 130 mil firmas para inscribir su candidatura por Progresistas y le hizo campaña con el ala juvenil del movimiento.
Nicolás Petro se convirtió en el escudero de su papá en el Palacio Liévano. y aunque no tenía cargo oficial, ejercía las funciones de community manager. Si algo disfrutaba era el reflejo de las luces y las cámaras cuando salía al balcón de palacio al lado de su papá en las ruedas de prensas.
En 2013 cuando el procurador Alejandro Ordoñez destituyó e inhabilitó por 15 años a Gustavo Petro y Rafael Pardo se convirtió en alcalde encargado, Nicolás Petro convocó a los bogotanos para que salieran a marchar y gritaran que Gustavo Petro no saldría por la puerta de atrás. La destitución duró solo un mes.
Desde entonces en la alcaldía, cerca al poder, Nicolás Petro, empezó a mostrar que tenía las agallas para moverse solo. Empezaron a correr rumores en los pasillos del Palacio de Liévano que insinuaban que Nicolás direccionaba los contratos a su conveniencia y Petro reaccionó con firmeza y lo denunció ante la Fiscalía para que lo investigara por presunta injerencia en procesos de contratación
De nuevo en la campaña presidencial del 2018 aparecieron rumores de comportamiento inapropiado de Nicolas Petro. Este se señaló de repartir su agenda entre la militancia en la Colombia Humana al tiempo que aprovechaba su apellido prometiendo cielo y tierra con la expectativa de tener papá Presidente para lograr prebendas de distinto tipo. Así terminó solicitando un préstamo de $ 120 millones al empresario de la construcción Hugo Posso. Nunca devolvió el dinero, pero cuando se vio entre la espalda y la pared le ofreció participación en contratación en caso de que su papá fuera presidente.
Sin seguir el consejo de Gustavo Petro, pero blindado con la confianza que lo caracteriza y pensando que tendría la aplanadora petrista de su lado, Nicolás Petro se lanzó a la gobernación del Atlántico, el departamento donde su papá había sacado una alta votación en el 2018: 331.687 votos.
A regañadientes, Gustavo Petro no tuvo más opción que viajar hasta La Arenosa para darle el espaldarazo a su primogénito que se enfrentaba a la exministra de Vivienda, Elsa Noguera, quien lideraba ampliamente las encuestas y contaba con el respaldo del uribismo, los conservadores, liberales y Cambio Radical. Aunque era su contrincante, Nicolás Petro, experto en hacer cruces, mantenía una relación sentimental Dayzuris Vásquez, más conocida como Day, gran amiga de Elsa Noguera desde su alcaldía en Barranquilla donde fue contratista. Tal es la cercanía que es la madrina de bautizo del hijo del primer matrimonio de Day Vásquez con un pariente de José David Name, senador del partido de La U.
El apoyo del petrismo no le dio para ganar, Elsa Noguera lo barrió con una diferencia de 524.640 votos, mientras el obtuvo un poco más de 147 mil votos, que le dio el derecho de ser diputado de la Asamblea del Atlántico, una responsabilidad que poco atiende.
En el 2022, Nicolás Petro estuvo detrás de bambalinas en la campaña de Petro en Barranquilla, pero con poca influencia en el Pacto Histórico y se limitó a seguir las ordenes de quienes llevaban la parada en la región como Aldo Cadena y Máximo Noriega, petristas purasangre compañeros de Petro desde el M19.
El 19 de junio Gustavo Petro se proclamó como el nuevo presidente de la República en el Hotel Hyatt de Bogotá, pero Nicolás no gozó de protagonismo como en la época de sus salidas al balcón del Palacio de Liévano. En primera línea estaba la primera dama Verónica Alcocer y sus hijas Antonella y Sofía y el primogénito con una discreta presencia
Desde entonces Nicolás Petro entendió que lo suyo, y la posibilidad de despliegue de poder estaba en Barranquilla y en la Costa Caribe. Y desde entonces no ha descansado intentando ejercer poder presidencial en cuerpo ajeno. Ha buscado sin éxito comprometer sin éxito al presidente con reuniones con la fuerza política más poderosa, los Char cuando ha estado de viaje en Barranquilla. Sin detenerse y con su propia agenda, sin autorización alguna Nicolas Petro, separado de Day Vásquez quien lo acompañó en la posesión ha seguido avanzando en cruces con políticos de todos los grupos, sin pudor alguno y sin respetar los fundamentos del Pacto Histórico, siguiendo tal vez las lecciones de pragmatismo de su papá con socios como Roy Barreras o Armando Benedetti.
En Montería, fue el invitado especial de Musa Besaile Junior, hijo del exsenador de La U, condenado por parapolítica. Pero es Ciénega de Oro su centro de operaciones. El Día de Reyes, al son de vallenatos de Diego Daza y Luis Ángel Díaz, hijo de Diomedes Díaz, Nicolás Petro dio una monumental fiesta a la que llegó Jorge Gerlein, sobrino del empresario Julio Gerlein a quien la Fiscalía acusó de la compra de votos.
No fue su única movida, un día después mantuvo una reunión privada con el secretario de la Cámara, Jaime Luis Lacouture, que aspira a la gobernación de La Guajira con el respaldo de los conservadores, en el pasado fue salpicado por Otto Bula en el caso Odebrecht y está casada con la prima del exsenador corrupto Ñoño Elías. Al almuerzo también llegó el exgobernador de Bolívar, Dumek Turbay, de las entrañas liberales de César Gaviria y primo del senador Lidio García, uno de los grandes barones electorales del partido. Dumek Turbay aspira aterrizar, una vez más, a la gobernación de Bolívar. La senadora Ana María Castañeda, de Cambio Radical, esposa de Mario Fernández, el primo preferido de Verónica Alcocer quien se la pasa en la Casa de Nariño, fue invitada por Nicolás Petro.
Las relaciones peligrosas de Nicolás Petro no han caído bien en sus hermanos sobre todo a Andrea Petro -hija del presidente con Mary Luz Herrán, la mujer que se atravesó en la relación con su mamá- quien ha condenado en público sus actuaciones mientras intenta desligarlo con Gustavo Petro que no le ha dado autorización de hacer alianzas o acuerdo de cara a las elecciones locales de este año.
En el Pacto Histórico también evitan a Nicolás Petro, el exsenador Gustavo Bolívar se ha convertido en su mayor detractor. Encontrando solo eco en el representante Agmeth Escaff con quien comparte espacios públicos.
Este complicado comportamiento de Nicolas Petro donde los límites no parecen existir es solo el abrebocas de lo que podrá ser la campaña por los poderes locales, tejiendo alianzas que pueden poner al presidente en problemas, hasta que salido de casillas repita lo ocurrido en la Alcaldía de Bogotá, y Gustavo Petro terminé desautorizando públicamente a su hijo, aunque si algo ha mostrado Nicolás Petro es que disfruta jugar con candela.