"Ni hachan... ni prestan la raja"

"Ni hachan... ni prestan la raja"

Honorable Parlamentarios LIBERALES, queridos copartidarios, recuerden esto siempre, éramos el Partido del Pueblo, éramos pueblo

Por: Javier Hernandez Ramírez
diciembre 27, 2023
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
En este post se sugieren 16 acciones que permitirán potenciar el desarrollo de Riohacha y el departamento de #LaGuajira y que deben ser tenidas en cuenta a la hora de contruir los planes de desarrollo para la vigencia 2024-2027.

Así, con este sencillo retruécano, definen los campesinos, al inútil, al que no se presta para nada, es decir: “que ni ataja, ni enlaza…ni se hace a un lado”, para NO ESTORBAR.

NOTA: voy a revolver peras con manzanas. Lo global y local. Parece irremediable.  

Es lo que está ocurriendo con la clase política colombiana, haciéndole dueto al gran capital, en la disonante cacofonía de disparates, que sueltan a diario desinformando, tergiversando y engañando al pueblo colombiano, para defender lo indefendible. Porque es un hecho, que la tal bienvenida al futuro que nos ofrecieron hace treinta años…nos está dejando sin futuro. El modelo fracasó. Nunca se cumplieron los presupuestos del neoliberalismo, de hacer que el libre mercado, impulsara una sociedad más igual, más próspera.

Sí, es cierto, hubo más prosperidad, pero para un grupo muy pequeño de privilegiados; para los que estaban enganchados a la locomotora… el resto, las grandes mayorías, los del vagón de cola, solo recibieron las carbonillas inútiles de un tren que ya perdió el rumbo y su sentido práctico, como modelo político y económico. El neoliberalismo “redentor” de la economía y hacedor de una sociedad global más justa en el Siglo XXI, fracasó. Agotó el discurso, y su teoría, debe ser revaluada. El inventario es desolador…miseria a destajo.

Sociedades colapsadas o en proceso de estarlo. Los países del Sur, vaciándose a paso largo y migrando en oleadas caóticas, deshumanizantes y mortales, hacia lo que suponen, ingenuamente, es el paraíso: el primer mundo. Tras la idea estúpida de que allí, resolverán sus vida…una vida que dejan atrás, botada, mutilada en “trocitos familiares” dispersos entre la miseria y la esperanza puesta en el viajero. Un Primer Mundo, que observa, asustado, como los invaden muchedumbres de desarrapados, que lo único que llevan son todo tipo de problemas, pues hacen colapsar sus servicios públicos de todo tipo y crean una forma de dumping laboral, que perjudica a ambas partes: los unos no ganan lo que merecen y otros pierden los empleos.

Los gobiernos de ese tan anhelado “¿¿¿Primer Mundo???” tampoco se pellizcan: están siendo invadidos por pobretones que llegan con las manos vacías, y esperando más, de lo que tienen para darles. Mientras tanto, los acreedores ricos de todo pelambre, guardan en sus repletas cajas de caudales, los vales por miles de millones de dólares, de los deudores quebrados de un “¿Tercer Mundo?” que lo único que tiene para saladar sus enormes deudas, es paciencia…  esperan que la invasión al norte haga recapacitar a los capitalistas sobre una cosa que nuestros campesinos saben hace mucho tiempo: las deudas de los pobres, son un sueño tonto de algunos ricos, pues negocio en quiebra, no da más que, más pérdidas.

Así que cualquier día, y ojalá sea pronto, los grandes acreedores del “¿Tercer mundo?” van a descubrir, sin mucha sorpresa, que la fórmula sagrada para evitar que les aumente Allá, el censo de las gentes de Acá, no es otra que permitir que nuestros países, endeudados hasta el tuétano, y gastando los fondos para desarrollarnos, EN PAGAR no ya la DEUDA sino sus expropiadores intereses, digo, descubrirán, que es mejor no soñar con que un día, les paguen. Cuando los “nacionales expatriados” del Sur, sean una molestia tan grande para ellos, que empiecen a dislocar sus propias sociedades, los países ricos no tendrán otra opción que hacer como hacen los parientes ricos con los parientes pobres muy retacadores, sacarlos de taquito: condonar DEUDA POR TRANQUILIDAD.

Sabe qué mijo, hagamos algo, NO me pague. Dejemos así. Pero no me pida más préstamosEs decir, cuando Bancos y otros acreedores, decidan LIBERAR LOS PRESUPUESTOS EMPEÑADOS DE LOS PAISES DEL SUR, para que los inviertan en su propia gente, y así lograr que dejen de migrar en masa, tras uno sueño algo estúpido… vivir, de segundones arrimados, en patio ajeno, en vez de luchar con dignidad en lo propio.

Los Bancos y demás acreedores, ya deberían saber que un deudor quebrado, NUNCA podrá saldar tan enormes deudas…y el Sur es cada día más pobre. Y entonces queda la dura disyuntiva, o condonan la colosal deuda, castigando sus finanzas, para arrancar de cero, hacia un mundo más tranquilo, un Mundo MÁS POSIBLE, obligando a los países beneficiados con la rebaja, bajo vigilado compromiso (¿¿¿???) a invertir realmente todos esos fondos en encaminarse a una prosperidad compartida, más equitativo. Volver a los países exportadores de pobres más solventes, y MENOS PEDIGUEÑOS.

Sí NO SE HACE Así, los países ricos también colapsarán más temprano que tarde, por la “sobrecarga de pobres” migrantes que los invadirán, con ideas, costumbres y usos extraños, que, fatalmente distorsionará la forma de vida de las ricas naciones del Norte, esas que hoy día guardan, celosa e ilusamente, “enciclopedias de Vales” que valen los mismo que un bulto de anzuelos en medio del Sahara… nada.  Con el Neoliberalismo, quienes iban a ganar YA GANARON.

De ahora en más, TODO ES CAPITAL DE RIESGO. En riesgo. Y no solo económico, sino social, cultural humanitario. Porque, una cosa es importar los trabajadores necesarios para mover sus países, y otra, muy distinta, es ver como se vuelven minorías… los ciudadanos locales. Porque los ríos de migrantes, no son “patos de temporada” no retornan a sus orígenes al día o en la estación siguiente. NO. Pronto dejan de ser huéspedes ocasionales, para volverse “raizales”. Además, empiezan a “importar” a cuanto familiar o amigo sea posible. Claro, no es el Armagedón, pero será una cuña muy dura al interior de sociedades que han manejado estándares de vida muy distintos…sin tanta “visita”.  

Una fórmula facilista y algo estúpida: cambien tres cosas: DEUDA POR CARBONO- PRESTAMOS POR INVERSIÓN- COLONIAJE POR COOPERACION. Veamos algunos ítems de interés mutuo. El Norte tiene dinero y tecnología en grande, pero el abrevadero del clima, está en nuestras selvas y bosque perennes: bonos verdes por deuda. Por su desaforada manera de contaminar el Planeta, ya el clima es inestable y más violento; el Sur, tiene problemas de pobreza, porque si “merca no paga servicios”  en otras palabras, si, paga las deudas con los países desarrollados, no podrá invertir en su propio desarrollo y de sus gentes, y deberá, entonces, ver como se vacían sus territorios de gentes necesarias para esa tarea, mientras emigran caótica y angustiosamente, hacia el “sueño europeo -americano, un tal sueños que YA SE DESDIBUJO hace muchos años, pues, el “primer mundo”, quizás por tantos “visitantes” también tienen ahora algunos focos de amenazante miseria.  Mientras, que los prósperos países del Norte, pasen por alto que están “importando problemas de todo tipo, con forma de inmigrantes” nada será mejor, ni acá ni allá. El mejor “Mundo posible” que nos vendió el Neoliberalismo, no será posible. La vaca está seca. Cuatro o cinco nuevos multi- ultra y super ricos, no son, en modo alguno símbolo de éxito, para un modelo económico y político, que deja tirados en el camino de la miseria a más del 80% de la humanidad.

Localmente. Las baterías económicas y políticas, que movieron a Colombia en los últimos 30 años, se agotaron, es tiempo de abandonar el modelo y rediseñar el país económico, lo que obviamente implica, a la par, hacerlo políticamente. Sí algo, por agotamiento intrínseco, no funciona, entonces debe cambiarse. No hay campo para la meditación y el estupor. Hay que virar el rumbo.

Pronto. La acelerada, improvisada y mal calculada Apertura Económica de César Gaviria, no fue el futuro prometido, sino un grotesco regreso a nuestra edad pre industrial. Industrias que apenas se asomaban a la madurez tecnológica e industrial, pero que, no obstante, abastecían en temas textiles y alimentarios, se hundieron desamparadas ante la feroz competencia extranjera y subsidiada de la Apertura, cuando no al dumping. Nuestro incipiente sistema agropecuario, quebró ante la masiva importación de productos del agro, de todo tipo, subsidiados.

Nos volvimos importadores natos, de productos que nuestros campos producían. Se hizo legitima la idea de que los únicos ingredientes nacionales en la bandeja paisa, son el marrano y el que la sirve… digo, si es aquí. Todo por un modelo económico que agotó teoría y práctica.  El modelo, Neoliberal, fracasó en Colombia. Es tiempo de cambiar dinero por humanismo. Capital por solidaridad. Riqueza por tranquilidad. Que el modelo haya fenecido NO es grave. Lo grave es que no se quiera cambiar, si YA NO SIRVE, para la sociedad colombiana, cada vez más pobre, más escéptica y exigiendo derechos en forma cada vez más violenta. 

Y no es eso lo más grave… lo más que grave, gravísimo, es que los ganadores en la novedosa apuesta, NO despiertan del letargo de sus enormes ganancias, para ver la pesadilla que se les viene encima. Las masa empiezan a ronronear sordamente, en voz baja y con rabia. Hay cuentas por cobrar.

 Algunos países del Norte, ya empezaron a cobrar. Aunque se niegan a verlo, están recibiendo unos escabrosos dividendos, a los que, gustosos, sí renunciarían: se los paga el clima de un Planeta que parece enloquecer, y causa toda clase de desastres. Inviernos y fenómenos climáticos más violentos que nunca. Es que, cuando los pobres del Sur, arrasan lo que aún tienen de naturaleza…intentando sobrevivir a su pobreza ignara, el sistema planetario completo, lo sufre. El desbalance climático provocado por la deforestación y la explotación minera en el Sur, hace que el planeta completo…lo pague. Y ellos, los del vagón de primera, se niegan a verlo. La prueba es que, en Dubái, lo que se dio, fue una reunión de autistas… perdón por ellos. Y aquí, en Colombia, una oposición hirsuta, absurda y dañina, quiere evitar que nazcan nuevos procesos, que se intenten nuevas cosas sociales, económicas y políticas…para los que siempre han estado ausentes de los bienes terrenales, los más pobres. El Contrato Social debe, tal como es ahora en Co0lombia, debe ser revisado, porque es algo leonino. Debemos hacer más justa la relación Capital-Trabajo. Buscar que el asalariado gane más, que el patrono gane más, en la medida en que los sueldos y salarios ganan poder de compra y se integran a la corriente económica, dinamizando el Mercado. Debemos intentar nuevas cosas. Jugar al acierto/error. Nada puede ser peor de lo que hoy tenemos, y, sí lo es, pues señores, a intentar algo distinto, nuevamente. La Reformas son necesarias, pero, además, se hacen complementarias. Y estoy seguro, que aunque por un breve tiempo, el capital ralentizará en algo su ritmo actual de crecimiento, en un algo brusco reacomodo a los cambios, más temprano que tarde, antes del fin de este gobierno, tendremos una fuerza laboral con capacidad de mover el Mercado interno, pero en las dos condiciones básicas para que sea exitoso el proceso Petro: el obrero gana más porque se hizo más productico y técnico; y el patrón, ganará más porque modernizó su  infraestructura y actualizó procesos. Es una etapa de transición, no una debacle arrasadora. 

Estamos mal. Oponerse a unas reformas que son necesarias, está bien para los 10 o 20 más ricos de este pedazo del mundo, están en lo suyo. Igualmente, para los conservadores. Y hasta los cristianos, que olvidaron el primer precepto de su “jefe” amaos los unos a los otros y dar de comer al hambriento.

Pero que, gentes que un día fueron dizque “liberalesanden es esas, dan ganas de llorar. Que Gaviria sea neoliberal no es nada nuevo… lo nuevo, y muy grave, y más que grave asqueroso, es que los parlamentarios liberales, acoliten las palizas económicas que los dueños del Capital y de los Medios, le dan a pueblo con su apoyo. Es que se hicieron elegir en nombre de un Partido Político, que tiene como filosofía servir al hombre, y como doctrina humanista la compasión por el más pobre. Solidaridad social. Y están fallando.

Parece que se sumaron al nuevo Evangelio: cada cual por su lado… sálvese quien pueda, pero primero nosotros sus representantes electos. Se supone que, a la hora de pedir votos, en nombre del Partido Liberal, cuidarían dos cosas esenciales a su tarea: trabajar por lo que prometieron a sus electores y cuidará de los más vulnerables.

Su “JEFENO es Gaviria, son sus ELECTORES, es decir los trabajadores y la Clase Media, los pobres. Gaviria apenas es un estorbo a la idea LIBERAL. Olvidó su esencia.

Impedir, estorbar o no apoyar las REFORMAS que están en marcha, desde el Partido Liberal, será un acto de indignidad política y deslealtad, será miserable y de ingratitud con el pueblo que los eligió a ustedes, y que por muchos años, nos hizo grandes.

Señores Parlamentarios Liberales y demás políticos decentes, elegidos en nombre de ideas y propósitos compasivos, por favor, “hachen…o presten la raja”

Mejor aún, NO enlacen, NO atajen. NI se hagan a un lado. Colaboren con el CAMBIO.  NO estorben las ideas progresistas que, como necesidad histórica del momento, les exige Colombia y les demanda la lealtad con el pueblo que los eligió.

Honorable Parlamentarios LIBERALES, queridos copartidarios, recuerden esto siempre, éramos el Partido del Pueblo, éramos pueblo. Un Partido respetable. Volvamos por nuestros fuerosustedes pueden y Colombia lo necesita.

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