David Ospina va a salir del Arsenal. Lo sostenía Wenger, pero con el retiro del francés no tiene cabida. En Europa es considerado un arquero bajito. Mide 1.83 y esa desventaja se desnuda cada vez que hay un centro. En los tiros de esquina siempre lo bañan, lo sobran, le ganan. En la selección Colombia se destaca pero porque no hay mas. Ni Cuadrado ni Camilo Vargas son arqueros de elite. Son dos enanos sin talla. Colombia lo va a notar, no en la primera ronda sino en Octavos o Cuartos, en el mata a mata donde los arqueros imponentes son los que ganan los campeonatos.
Un arquero debe ser imponente, alto, un cancerbero. Un arquero debe ser como Falcioni, ¿se acuerdan? mi ídolo de todos los tiempos. Medía casi dos metros y cuando atajaba y abría sus brazos parecía un cóndor. Volaba como un cóndor. Ese tipo de arquero es Armani. Franco estuvo pensando nacionalizarse. Después de ganarlo todo con el Atlético Nacional fue el primer interesado en vestir el buzo de la selección. Ahora es muy tarde, acaba de ser preseleccionado por Sampaoli para que debute con su país, la Argentina, en un mundial. Duele y mucho que por ese pensamiento chovinista, por el nacionalismo chimbo nuestro perdamos la oportunidad de tener un gran arquero cuidando nuestro arco nacional.
Ospina es mucho mejor que sus suplentes que, a lo bien, son arqueritos de piripapao. Ospina hubiera sido el suplente ideal de Franco Armani. Me alegro por el monstruo del Atlético Nacional quien tendrá posibilidades serias de levantar la Copa del Mundo porque con Colombia si será muy improbable que ganen algo