A pesar de que los candidatos del POLO y del “Centro” Democrático creen que son los dueños de la moral y la ética, parece que se les olvidan los gobiernos de los que hicieron parte. No sé si tienen un problema de memoria selectiva, pero ambos han aportado a que las arcas del patrimonio público sean vaciadas en frente de sus ojos, vaya uno a saber porqué.
Clara y Pacho representan los opuestos en términos “ideológicos” en la política nacional. Uno se reconoce por ser un candidato de la denominada derecha, del cual su cara más visible es el expresidente y hoy senador Álvaro Uribe Vélez. Por el otro lado está Clara López, Secretaría de Gobierno durante el periodo de Samuel Moreno y quien hoy cuenta con el apoyo del Samperismo. Sería entonces válido decir que ambos han estado cerca de quienes nos han atracado, pero más que eso ambos han defendido a sus jefes incansablemente. De ahí la salida de Petro del POLO y el apoyo incansable de Uribe a “Pachito”.
Cada ciudadano es libre de votar por quien considere apto para el segundo cargo más importante del país, pero siempre es bueno recordar qué ha pasado para que no nos vuelva a suceder. En las encuestas ya comienza a verse la fuerza de estos dos candidatos y las ganas de ocultar lo que sus colegas han hecho. Clara Lopéz defendió incansablemente a los hermanos Moreno, y es ridículo que en el puesto que tenía no hubiera al menos visto como corrían los dineros para comprar a algunos concejales y como sacaban nuestro patrimonio a cuentas en el extranjero. Pacho por su lado, tiene el prontuario de avalar los viajes de sus colegas para volarse de la justicia, y es fiel seguidor de unas políticas, que personalmente considero le han hecho mucho daño al país como la “seguridad” democrática. Esto sin contar los interminables expedientes de corrupción hacia ese gobierno dicho gobierno.
Yo le cambiaría el orden: Hemos llegado al punto en el que el discurso se redujo simplemente a las ideologías políticas, donde ambos extremos se han encontrado para atacar al ciudadano del común. Escuchar sus propuestas para Bogotá, es escuchar la defensa de lo indefendible, la corrupción y el maltrato. Bogotá tiene que dejar de ser un escenario donde se vote por ideologías y no por ideas, pues es justamente eso, el discurso sin bases técnicas lo que ha hecho que no cumplamos con metas planteadas, haciendo que los bogotanos, así amemos nuestra ciudad, nos sometamos diariamente a una ciudad cada día más hostil para transportarse, para trabajar y para vivir.
Y yo no me voy de Bogotá, porque la amo, porque es mi ciudad y porque soy consciente del potencial que tiene, pero también es visible la ausencia de sentido de pertenencia y de buenos gobernantes. Se nos viene un momento donde tendremos problemas económicos, donde ya el discurso no nos reducirá los tiempos de transporte, ni las viviendas prometidas. Llega un punto donde no podemos creer en mártires de la patria, sino que debemos buscar esos personajes que nos unan, que no nos pongan a odiarnos entre bogotanos sino que con resultados conduzcan la capital a un mejor estado.
Ya estoy mamado de ese cuentico de guerrilleros y paramilitares, de urbistas y petristas. Yo creo que la ciudadanía está por encima de eso. Creo que Bogotá necesita soluciones, ganas de trabajar pero sobre todo una ciudadanía dispuesta a darle la mano al que no piense igual. Bogotá no saldrá de su abandono si el ciudadano no se “pone la camiseta” y comienza a jugar y a ser partícipe del cambio. Ya lo hizo Mockus, cuando nos mostró que este pedazo de tierra es de todos, ya lo hizo Peñalosa cuando nos devolvió el orgullo bogotano por el único sistema de transporte público, en ese entonces, hoy no, ya que por el descuido y el odio de los siguientes burgomaestres no siguió avanzando, pues va en menos de su 30%.
En sus manos está informarse y decidir, ojalá y si así lo siente, de ser participe. Pero no podemos dejar que la política sea algo ajeno a nosotros, pues cuando lleguemos al punto más hostil entenderemos la importancia de escoger bien nuestros gobernantes, así que aún estamos a tiempo.
Posdata: “El compromiso con Bogotá, es de todos los días. No únicamente del día de las elecciones”
Jaime Andrés Fajardo Bastidas
@Jaimeandresfaba
