No para el escándalo alrededor de la imágen de la falsa monja uribista Adriana Torres. Ahora, según el testimonio de un lider barrial de la Comuna 3, resultó que la monja estaría implicada en el desplazamiento de personas del barrio Manrique de Medellín. Su lenguaje soez sería apenas una característica mas de la compleja personalidad de la seudoreligiosa quien se hizo famosa el pasado martes cuando en la indagatoria de Uribe en la Corte Suprema de Justicia tomó un megáfono para gritar arengas a favor de Álvaro Uribe. Horas después las propias hermanas Carmelitas negaron que perteneciera a esta comunidad como lo había dicho.
Pero la acusación más grave lo han dado sus vecinos quienes afirmaron que usaba su falso traje de monja para revender mercados que irían destinados a los más pobres. Además su vocabulario ha sido descrito como soez por gente de la zona sobre todo con personas afrodescendientes. Incluso, según la denuncia de un líder comunal, la falsa monja habría estado involucrada en el desplazamiento y las amenazas que han sufrido los vecinos por sus supuestos vínculos con bandas criminales que operan en la Comuna 3. La acusación se hizo después de que un muchacho, que tuvo un altercado con ella, hubiera recibido amenazas de una banda de Manrique. Ella se ha relacionado con ellos, porque ha hecho ir muchachos del barrio. En un caso puntual, un muchacho por exceso de confianza le quitó la toca, la que se ponen en la cabeza y por eso (lo amenazaron)” reveló una fuente a Caracol Radio.
No sería la única vez ya que ella también habría tenido que ver con las amenazas que sufrió y que hicieron salir del barrio a los integrantes de una comunidad anglicana después de que mantuviera una acalorada discusión con la monja. Todo parece indicar que la falsa monja seguidora de Alvaro Uribe no es ninguna santa.