Vivo al día a día como millones de colombianos. Ahora estoy jodido, como tantos otros. No puedo salir de la casa, tenía una escuela de fútbol que dirigía pero todo se acabó, como tantas otras cosas. El fútbol pues es lo menos importante. Ya ni siquiera va a haber de manera profesional. Soy un guerrero, un colombiano acostumbrado a rebuscárselas desde que era pequeño. A pulso saqué mi título universitario de profesor de educación física. Ahora todo esto terminó.
Señor presidente, he intentado inscribirme en sus subsidios pero eso es imposible. He querido pedir un préstamo en un banco pero ni en el banco saben que usted nos va a ayudar. Tengo 61 años y siento que soy sólo pasado y yo necesito futuro, necesito que ustedes me ayuden.
Sabemos que esto no va hasta el 26 de abril, deberían ser más claros, sabemos que esto va hasta junio como bien dice la alcaldesa de Bogotá. Por eso necesitamos la platica señor presidente, una entrada, el mínimo siquiera para no tener que hacer lo que he decidido: voy a salir a la calle a vender mangos, a vender lo que sea con tal de que mi familia no pase hambre señor presidente. Por mi dignidad no puedo estar atrapado en estas cuatro paredes viendo como mis hijos también están varados como yo, como extraño sentirme útil, saber que tengo el sueldo a final de mes. Necesito volver a tener esa seguridad.
Señor presidente, vaya arreglando los problemas del subsidio de ingreso solidario que, al parecer, hasta a los muertos les está llegando la plata y a los vivos no, a los vivos pailas. Sea claro con eso, apersónese. Se viene una bomba social muy tenaz, saque la cabeza del palacio donde vive y huela, eso es el olor que viene antes de la protesta. No nos vamos a resignar a morir de hambre, preferimos salir a la calle a morir de coronavirus.
Está en sus manos repartir la plata que tiene el Estado, está en sus manos cambiar la historia y fortalecer un Estado de Bienestar. Con toda la plata que se roban los políticos ¿cómo no va a haber para mantener a los 15 millones de desempleados que tiene este país. Nosotros somos su problema señor presidente, resuelva. Yo no tengo la culpa del Coronavirus
