Natalia, te escribo a través de este portal porque veo necesario que leas estas líneas.
Soy de esos que ustedes los uribistas llaman mamertos, estudio en la Universidad del Valle, una universidad pública. En campaña del plebiscito estuviste aquí tratando de convencernos de votar por el NO, tus argumentos me llamaron tanto la atención que releí todo y concluí que en algunos puntos tenías razón. Sin embargo, decidí darle una oportunidad a la paz.
Desde ese día te sigo en redes, leo tus columnas, lamentando que tus ideas estén tan alineadas con las del expresidente Uribe.
Hace poco vi que muchas personas te pedían como candidata a la Cámara de Representantes y decidí escribirte.
No soy uribista, nunca votaré por Uribe; sin embargo, tu candidatura sería un triunfo para la juventud. Que una joven como tú, a sus 25 años, esté en lista a la Cámara representaría una esperanza para nuestra generación. El país necesita de personas como tú, que con argumentos puedan debatir sin acudir nunca al irrespeto.
Una representante a la Cámara de 25 años, la edad mínima para este cargo de elección popular, sería el mejor regalo que se le podría dar al expresidente Uribe y a este país. Esto representaría la renovación.
Te pido que nunca caigas en los actos de corrupción de los viejos de tu partido. Te daré mi voto de confianza. No me defraudes.