La situación desatada por el megaderrumbe en la vía Panamericana ha dejado en evidencia la ineptitud de los politicos, ya sean de izquierda o de derecha. Ellos son muy buenos para criticar y para hacer oposición, pero cuando se trata de dar soluciones les queda grande.
Ya llevamos 4 días desde que se presentó la megaemergencia en Rosas, Cauca, y Nariño parece sitiado, tal como ocurría con las ciudades en la Edad Antigua. No hay gas para cocinar, la mitad de las estaciones de servicio se encuentran cerradas porque se acabó el combustible y los estantes de los supermercados empiezan a quedar vacíos.
Ante la falta de soluciones concretas por parte del gobierno local y nacional y el desespero que causan los hechos, el cual se ve reflejado en las noticias de los medios de comunicación nacionales, la gente se abalanzó a comprar compulsivamente en los supermercados y demás almacenes. Las personas se están abasteciendo de productos para semanas y los comerciantes se están aprovechando para especular con los precios. Por ejemplo, el huevo que se produce en Nariño ya subió de 500 a 700 pesos.
Además, desde que se cerró el paso, los vendedores empezaron a crear la falsa sensación de escasez para justificar el incremento en los materiales y alimentos. Para la muesta, no se consigue leche en bolsa en uno de los departamentos más lecheros de Colombia.
Ante la gravedad de lo ocurrido, uno escucha las intervenciones de los políticos en los noticieros y nota que ninguno expresa una solución concreta para permitir el paso de vehículos pesados hacia Nariño. Nadie explica qué se ha hecho en los 4 días que llevamos de emergencia. Hace falta una solucion realista, no como la que expresa Petro de crear una variante de 70 kilometros. Aunque hemos esperado esta vía por más de 50 años, esta no va a solucionar la lamentable situación en la que nos encontramos en este momento.
Es hora de movilizar maquinaria hacia la variante de la Sierra para ampliar la vía, hacer compras urgentes de tierra para poder adelantar los trabajos y abrir múltiples frentes de obra para que los trabajos (que en condiciones normales tardarían más de 3 meses) se puedan hacer en cuestión de 3 semanas. A la par, para que el tráfico sea más fluido, se requiere que el tránsito por la variante de Mocoa, el llamado trampolín de la muerte, se habilite por turnos en un solo sentido.
Nada es imposible para la gente capaz y organizada, pero para un político incompetente que solo sabe hablar... Vamos a ver de qué talante es el gobierno actual.