Nairo Quintana y el ciclismo colombiano ni fu ni fa

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El ciclismo colombiano sigue de capa caída. Ni “Nairoman” (Quintana) ni “Supermán López”, ni Egan triunfaron en competiciones importantes y no lograron estar en llegar al pódium. En el pasado Tour de Francia el ciclista del equipo Arkéa – Samsic ocupó la sexta casilla y luego fue descalificado por la Unión Ciclística Internacional, UCI, por el supuesto uso de Tramadol (1).

Nairo apeló, pero fue peor el remedio que la enfermedad, pues el mismo presidente del organismo mundial arremetió contra el colombiano diciendo que era caso claro de dopaje y confía en que éste perderá el caso (2). Luego se presentó la apelación que fue aceptada el 1 de septiembre (3).

Tras ese incidente Nairo decidió no participar en la Vuelta a España. Miguel Ángel López y Rigoberto Urán fueron los mejores representantes del ciclismo nacional ocupando las casillas cuarta y novena, respectivamente.

Llegó el mundial de ciclismo y como las expectativas no se pierden y no había ninguna restricción para que Quintana pudiera participar, era la oportunidad para reivindicarse. Habló de lo orgulloso que era representar al país en este evento tan importante. Los medios de comunicación le apostaron a “Nairoman” y los oportunistas aprovecharon para poner en primera página y en sus portales la relevancia de la carrera.

El mundial se realizó en Australia ayer domingo 25 sin que ni Caracol, ni RCN, que son quienes tienen los medios económicos y la infraestructura para transmitir la prueba en directo no lo hicieron. Una página de especialistas, entre quienes se encuentran narradores y comentaristas retirados de los medios tradicionales, retransmitieron a su manera, pues debido a las restricciones solo pueden mostrar imágenes, pero no la carrera en vivo. Pero “no dejan de ser los mismos con las mismas…”.

“Nairo está a 30 segundos de llegar a la cabeza de carrera, tenemos oportunidad, Nairo va a llegar” con el acostumbrado escándalo de siempre que no le hace nada bien al ciclismo como tal. Y resulta que era un circuito final de 12 vueltas y faltaban todavía 9 vueltas, lo cual demuestra que quienes están al frente de los micrófonos y cámaras a pesar de llevar años y años aún son irresponsables al primar la subjetividad y no la objetividad.

Al final, en una demostración de gran calidad el campeón de la pasada Vuelta a España, Remco Evenepoel alcanzó el título, llevándose su primera “malla arcoíris” como campeón mundial a sus 22 años (4) (5) y además pasar a la historia al ganar en el mismo año un Monumento, una gran vuelta y el Campeonato del mundo, poniéndose al lado de los únicos que hasta el momento lo habían logrado: el italiano Alfredo Binda en 1927, el belga Eddy Merckx en 1971 y el francés Bernaud Hinault en 1980.

El mejor colombiano fue el antioqueño Sergio Higuita en la casilla 31 a 10 segundos del grupo perseguidor, mientras que Nairo Quintana ocupó el puesto 66 a 6 minutos 11 segundos en una actuación muy discreta y para nada significativa a como la quieren hacer ver “los sensacionalistas”. Los directivos y el gobierno Nacional deben crear estrategias y programas que a futuro hagan del ciclismo colombiano el deporte nacional en el que haya mayor participación de deportistas que hasta el momento no tienen oportunidades y así haya más potencial que nos represente con más calidad, prestigio y grandes triunfos en las competiciones internacionales y “no sólo sea a nivel de equipos de marca” con unos pocos “privilegiados” que talvez por dedicarse a asuntos que no son convenientes olviden el potencial que tienen en sus piernas y en sus mentes.

Hay que destacar, eso sí, que tanto el campeonato mundial de ruta es una competencia para valientes. Pedalear 266.9 kilómetros y estar sentado o parado en los pedales todo ese tiempo, como todas las competencias de ciclismo son dignas de admiración y respeto.

Que el 2023 sea un año mejor para los ciclistas colombianos es tal vez la esperanza de los aficionados a este deporte, que desafortunadamente pierde apoyo e interés cuando se está en lugares intermedios, pero si se vanaglorian, sacan a relucir la tricolor y exageran con sensacionalismo cuando se está en la cima.

Referencias

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