A Nairo no hay que darlo por muerto nunca. Una alergia producto del polen del verano francés mermó sus fuerzas en la primera semana que le hicieron perder mas de 4 minutos. Los pesimistas decían que ya no había que hacer, que lo mejor era retirarse y preparar la Vuelta a España. Ayer se vio mal. Faltando 11 kilómetros el grupo de los favoritos lo descolgó. Subió y reguló lo que pudo y esa energía que le faltó apareció hoy.
El bananito Betancur le abrió el camino en la segunda subida del día, cuando faltaban 80 kilómetros. Nairo, bajo un terrible sol, Nairo subió solo arrastrando a Warren Barguil y al polaco Kiatowsky. Diez kilómetros en subida y nadie le tiró un relevo. Perseguía a la dupla española conformada por Mikel Landa y Alberto Contador. La diferencia se mantenía en 40 segundos mientras atrás Froome, Aru, Bardet y Urán se miraban por encima del hombro y nunca se decidieron a perseguir con juicio. Faltando el último kilómetro del último puerto fuera de categoría, Nairo se unió a las punteros y juntos bajaron los últimos 20 km, llegó segundo y descontó dos minutos.
Yo no se si va a ganar el Tour o llegue al podio. Todavía está lejos. 2 minutos y la última contrarreloj hace que sea muy difícil esa recuperación total. Froome viene mal y Aru es una incógnita. Lo verdaderamente importante es que Nairo volvió a demostrar que es un fuera de serie, que tiene jerarquía y que, faltando 8 etapas sus rivales se ponen nerviosos. Nadie quiere tener vivo detrás a un campeón como Nairo.
Sin equipo, con apenas cinco ciclistas acompañándolo, Betancur se ha convertido en su ángel guardián. El otro que está solo y sigue combatiendo es el inteligentísimo Uran. En cualquier momento va a dar el zarpazo. Quedan dos etapas de altísima montaña en donde podría atacar otra vez de lejos. La alergia está cediendo y las piernas vuelven a tomar ritmo después de estar un mes parado. El 20 de julio, el día de nuestra independencia, Nairo va a atacar y, por qué no, nos puede llenar de gloria. Tengo un sueño, que Urán y Nairo queden en el podio en París. Puede pasar, se que puede pasar