Una interesante exposición del mundo Pop colombiano se presenta en la galería El Museo desde el 20 de octubre en Bogotá. Nadín Ospina (Bogotá, 1960) quien explora lo precolombino y llega a otras galaxias.
Sus héroes precolombinos se unen a los extraterrestres en una ficción que ahora comienza a tener otra vida con personajes de universo de los comics. Aparece la otra técnica que puede evitar el sufrimiento mientras recurre a los desplazamientos de la libido provistos de nuestro aparato psíquico y que confieren gran flexibilidad a su funcionamiento imaginario.
Lo más importante es la fantasía y, ya adentro de la exposición en sí, es el montaje que nos da esa sensación del universo porque fácilmente se podría convertir en un mundo de juguetes. Todos los personajes escultóricos en bronce pintados, las pinturas de los indios “americanos” y fotografía escenográfica, crean un universo bello del imaginario universal donde lo autóctono muisca se entrelaza con los mundos de los héroes ficticios de la dicción norteamericana.
Ya dejó atrás a Mickey Mouse para entrar en los superhéroes. Superman que llega a la tierra de niño en un cohete y se convierte en el pensador de Rodin. El Tintin francés que ha recreado en sus mil expediciones terrestres con el capitán y su perro se rodea ahora de otras fusiones e interacciones extraterrestres. Los personajes de televisión como Mr Spock —uno de los protagonistas de la serie de televisión Viaje a las estrellas— que siempre tiene la solución racional de los problemas tácticos de las guerras de las galaxias y con la visión futurista de las comunicaciones se sienta al lado de un silencioso tótem precolombino en donde nadie se comunica, deja pensar en una de las propuestas de artista de lo lejano y lo cercano. Lo único que los une es lo popular, lo ambiguo o lo diferente. O, de la Otredad.
Nadín Ospina crea sus propias historias utilizando seres mágicos que se unen a lo mítico popular. Dos dimensiones sin una expresión lógica pero sí mágica.
En la exposición también aparece la otra magia: la utilización de los materiales y en el manejo de los colores: seres inhumanos pintados en bronce, rockets espaciales en resina de poliéster policromado o seres en barro convertidos en bronce.
Se trata de fusiones simbólicas o de metáforas donde la historia es discontinua. No existe tiempo ni espacio. Son, tal vez, otras herramientas para entender rapidez temporal donde la contemporaneidad se hace posible.
Hoy sábado habrá una visita guiada a las cinco de la tarde con los artistas. Es bien interesante su visión donde él hace su propio periplo gratis.
