No nos llamemos a engaños, una de las razones por las que el programa Muy buenos días de RCN tuvo un dramático descenso de rating, que llevó a su desaparición, fue el desgaste de la pareja de presentadores. El desgaste de Jota Mario era más que evidente. Cuarenta años frente a la pantalla lo resiste solo un monstruo de simpatía como Don Francisco. Pero Jota no fue el único que acabó con el programa. La gente no soporta a Laura Acuña. Desde que apareció en este video en el 2012 con toda su prepotencia la gente empezó a detestarla:
Laura dio una disculpa y una explicación que casi nadie creyó. A partir de allí el comportamiento de Laura Acuña siempre dejó mucho que desear entre las miles de amas de casa que seguían su programa matutino. Pero ese número fue mermando dramáticamente. En los últimos dos años las chicas de Caracol aplastaron a la dupla de RCN. Una de las causas fue el distanciamiento de las grandes audiencias con la presencia altiva de la presentadora.
Va a ser difícil que Laura Acuña vuelva a aparecer en pantalla en un programa top. No tiene simpatía y representa un periodo de la televisión que ya no está muy en boga, el de las divas que todo lo podían. La única que puede hacer lo que se le da la gana es Amparito Grisales.
Lo que le pasó a Laura Acuña es un llamado de atención a los nuevos prospectos, a todas esas muchachas hermosas, tipo reina de belleza, que creen que la televisión solo es para la gente linda. El cansancio invadió a Muy buenos días y por eso su reemplazante, Yanet Waldman, no se caracteriza ni por su juventud —tiene 57 años— ni por su belleza, ella es puro talento.
No necesitamos belleza tipo maniquí, no necesitamos reinas, necesitamos mujeres de verdad, que se parezcan a nuestras amas de casa. Por eso no va a hacer falta Laura Acuña, por eso nadie la va a extrañar. Ojalá que la nueva parrilla de RCN funcione. Necesitamos dos canales sanos y exitosos. Sacar a Jota Mario y a Laura Acuña puede ser una muy buena señal de que las cosas están cambiando.
