Wilson sabe que la minería daña el medio ambiente, pero también sabe que los negros en el Chocó llevan más de 350 años trabajando en ella, a su manera. haciéndola. Por eso decidió que lo mejor para su gente y su tierra es legalizarla y que el Estado reconozca a los mineros artesanales y les imponga reglas ambientales y de salubridad obligatorias. No es fácil cambiar esta larga tradición de la que han vivido generaciones enteras de chocoanos.