Natütama quiere decir al fondo, debajo del agua. Esta Fundación ha construido en una maloka el paisaje subacuático del amazonas, con el propósito de dar a conocer las formas de vida que hacen parte de la cuenca del río Amazonas. En el centro está la raíz de un gran árbol de renaco o árbol de la vida y, alrededor, las tallas de los animales colgadas del techo o dispuestas de manera que simula el fondo del río: “Es un lugar para interpretar el mundo que ya existe. Que las personas puedan conocerlo sin intervenirlo”, nos dice nuestro guía.
“Queremos que este sea un ejemplo a seguir, que de aquí surjan las ideas futuras para el cuidado de nuestro entorno”, dice Dikson Cuello, uno de los jóvenes líderes de la comunidad que viven en Puerto Nariño y se dedican a la preservación en su territorio. Los pescadores siguen pescando, sólo que de de manera razonable y sostenible. Es muy probable que las especies en riesgo se instalen alrededor de esta comunidad y que los hijos y nietos de este grupo de hombres que nos hablaron de su vida y de su proyecto, lleguen a conocer a los caimanes negros, a los manatíes y a los peces grandes en libertad.