El mal ya le llegó a los huesos. Es un tipo de cáncer muy agresivo, inquieto, destructor. Es mieloma multiple. Al principio, cuando se enteró, no le pareció que podría ser demasiado peligroso. Terrible si fuera en el páncreas o en el esófago. Cuando anunció su enfermedad a mediados del año pasado creía que quedaría mucho Hassam para rato. Pero nada qué hacer hay dos tipos de cáncer, los que se curan y los que tiene el humorista.
Todo le parece extraño, sobre todo cuando los médicos de ceño fruncido le dicen que tiene la médula ósea de células plasmáticas. El punto es que la agonía será larga y él está listo para enfrentarlo con la dignidad que ha desplegado en redes sociales. Los últimos meses no han sido los mejores para el humorista. En septiembre, pocos días después de que le diagnosticaran cáncer, murió su madre.