Sin embargo, en contravía encontramos sesgos ideológicos y políticos, en especial con los que siguen la doctrina marxista que por principio desecha la verdad.
Ahora bien, en Colombia se creó una Comisión de la Verdad, presidida por el sacerdote jesuita Francisco de Roux, como mecanismo acordado en La Habana entre el gobierno y las Farc para esclarecer patrones de violencia por el conflicto político-militar. No obstante, ante los reparos que se le hacen a ese organismo, por su composición y signo ideológico de algunos de sus integrantes, el gobierno nacional debería revisar el tema y pensar en su reestructuración.
En el relativismo moral se afirma que cada grupo o persona tiene su propia verdad, siendo eso una absoluta mentira, porque la verdad es única, a pesar de las manipulaciones, acomodamientos, falsedades, verdades a medias y fabricaciones sobre el asunto.
A propósito de los acuerdos de La Habana, los exjefes guerrilleros van a narrar la historia contando con los medios de comunicación que les facilitará el Estado, pero lo primero que se debe saber cuando se cuente la historia es cuál ideología profesa el que la cuenta y qué busca, porque de la misma forma los seguidores del nazismo podrían hacer su contrarrelato de la segunda guerra mundial.
En primer lugar hay que asumir que si los dirigentes de las Farc van a exponer la historia de la violencia de más de 5 décadas se debe advertir que por ser seguidores de la doctrina marxista-leninista su historia no puede estar ceñida a la verdad, pues como lo afirmaba el sátrapa de Lenin “la verdad es un prejuicio burgués y a base de mentiras se puede construir una verdad”. De ese modo la tergiversación y manipulación que hagan los comunistas totalitarios será perdida, ya que la batalla ideológica no es una fortaleza para el comunismo y por eso siempre sus militantes eluden el debate.
Ni la historia ni la verdad se pueden imponer, así se tengan muchos medios, ya que para lograr su autenticidad hay que contar con elementos reales para el discernimiento, y por ello sin temor a ser desmentido es indiscutible que la única responsable de la génesis del conflicto en Colombia fue la doctrina marxista-leninista con la creación de los grupos armados para la toma del poder, usando la estrategia de la combinación de todas las formas de lucha, patrocinados por el gobierno comunista de Cuba, en donde Fidel Castro ayudó a constituir bandas armadas en diferentes países de Latinoamérica en la década de los sesenta del siglo XX, siguiendo las instrucciones de la URSS.
Es una falsedad decir que por el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948 surgieron las guerrillas marxistas, porque lo que hicieron los comunista fue reciclar una parte de los actores de la violencia bipartidista de mediados del siglo pasado, varios años después del asesinato del caudillo liberal, y posterior a que se firmara el acuerdo entre liberales y conservadores, lo que condujo al Frente Nacional. Acá cabe advertir que los comunistas no solo asaltan la memoria de los grandes próceres de Latinoamérica, sino que también utilizan fechas trágicas y confusas, como la del 9 abril o la del 19 de abril de 1970, para montar su tinglado de doblez, buscando embaucar a la ciudadanía. De hecho, por ello se creó el M-19, que fue un desprendimiento de las Farc con Jaime Bateman, que era un marxista recalcitrante y que lo único que cambio fue de táctica, pues la estrategia comunista seguía siendo la misma para la toma del poder.
Una de las frases que pronunció Jesús de Nazaret cuando se encontraba en la tierra fue: “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Esta demuestra que desde esa época la mentira tiene un carácter diabólico para oprimir y esclavizar a los pueblos, y en los tiempos actuales, conociendo lo que ha sido para la humanidad la secta marxista-leninista, la cual ha sido seguida por las Farc y el Eln, cuyos principios se fundamentan en la mentira y la violencia, se puede afirmar que el comunismo totalitario como padre del odio no puede aparecer bajo ninguna circunstancia contando la verdadera historia de la violencia de los últimos 60 años en Colombia.
No se puede hablar de posverdades ni del relativismo histórico en donde cada cual cuenta lo que se inventa o conviene, sino que hay una sola historia y una sola verdad, y en un prolongado conflicto como el colombiano se intenta desconocer la verdad con las posturas maquiavélicas del marxismo. Sin embargo, lo importante es saber de dónde viene la narrativa para hacer un juicio, subrayando que por ser el marxismo enemigo de la razón en él no puede haber verdad, ya que desconoce la lógica, la ética y la moral humanista.