Según un reporte de WWF publicado este año, prácticamente 9 de cada 10 animales que viven en los océanos tiene graves afectaciones por contaminación de plásticos, incluido tener plásticos y microplásticos en su organismo, un 90% de las aves marinas y un 52% de las tortugas marinas han consumido plásticos en sus alimentos. De hecho, más de 105 millones de personas vimos perplejas en Youtube el procedimiento para extraer un pitillo de entre 10 y 12 centímetros atorado en la nariz de una tortuga marina en Costa Rica. Los pitillos plásticos son un mero capricho de los seres humanos, que se usan por unos segundos o minutos y luego son desechados y en muchos casos llegan a los ríos y luego a las costas y mares, donde terminan afectando a animales marinos. El video original hecho por la bióloga Christine Figgener se puede ver en Youtube en este enlace, aunque advierto que las imágenes son fuertes y el lenguaje también lo es cuando el equipo de investigadores se da cuenta de que la causa del problema de salud para la tortuga es un inútil pitillo de plástico. En serio, ¿por qué no hemos prohibido algo tan inútil y perjudicial como los pitillos plásticos de un solo uso?
Afortunadamente, ya se empiezan a dar pasos para un tratado internacional vinculante de regulación y restricción en el uso de plásticos. La Asamblea de Naciones Unidas para el Medio Ambiente que ocurrió entre el 28 de febrero y el 2 de marzo de este año en Nairobi, en el continente africano, con la participación de 175 países, adoptó la histórica resolución para avanzar en acabar con la contaminación de plásticos a nivel mundial. El Presidente de esta Asamblea de Naciones Unidas fue el Ministro de Clima y Medio Ambiente de Noruega que puso la situación en estos términos: "La contaminación del plástico se ha convertido en una epidemia. Con la resolución de hoy estamos oficialmente en camino de una cura". Así, la resolución creó un Comité Intergubernamental de Negociación para redactar un tratado internacional que regule y restrinja los plásticos y el objetivo es tener listo un acuerdo internacional jurídicamente vinculante para finales de 2024. Este proyecto de tratado tiene como meta regular todo el ciclo de los plásticos, desde su diseño y producción, hasta la promoción de alternativas reutilizables y reciclables. Según Naciones Unidas: “El documento que redacte el Comité se basará en un debate abierto, informado por la ciencia, y ese órgano informará sobre los progresos realizados a lo largo de los dos próximos años. Por último, una vez concluidos sus trabajos, la agencia de la ONU convocará una conferencia diplomática para adoptar sus resultados y abrir el instrumento internacional a la firma".
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El proyecto de tratado tiene como meta regular todo el ciclo de los plásticos, desde su diseño y producción, hasta la promoción de alternativas reutilizables y reciclables
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Este debate no es nuevo, ya hay información con fundamento científico disponible y propuestas concretas sobre la mesa, como el reporte que mencioné al principio de WWF. Por su parte, el Observatorio para la Gobernanza Marino Costera de Colombia ha señalado la importancia de prohibir a nivel nacional e internacional los pitillos, las bolsas plásticas y el icopor e igualmente ha enfatizado la necesidad de una transición justa y paulatina con sustento en la información científica.
En todo caso, llegó la hora de prohibir los pitillos y otros plásticos de un sólo uso tanto en Colombia y el resto del mundo, como ya lo dije en una columna anterior: “Si bien los plásticos pueden servir para importantes usos, por ejemplo, en productos médicos o tecnológicos; casi siempre no son necesarios. Los pitillos son un capricho, para qué bolsas plásticas si tenemos bolsas de tela y canastos de mimbre, platos y vasos de verdad son mejores que contenedores de icopor. Aunque considero fundamental la toma de conciencia ambiental individual y la transición paulatina, ante la actual crisis ambiental, no contamos con décadas para hacer un cambio con los plásticos. En cambio, una prohibición nacional podría lograr resultados en poco tiempo. Prohibición que en todo caso requerirá participación y pedagogía.”
Finalmente, es importante tener en cuenta que los plásticos no sólo afectan a los animales marinos, también afectan la salud humana y profundizan la crisis climática. Así por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud señaló que el icopor es “probablemente cancerigeno” y se debe hacer más investigación científica en la materia. También, según Naciones Unidas, “para 2050, las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la producción, uso y eliminación de plásticos representarán el 15% de las emisiones permitidas, según el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5°C”. Es decir, la prohibición y regulación de los plásticos es un asunto de cuidado de la vida marina, de la vida humana y del clima del Planeta. Mientras se completa en 2024 la redacción de este tratado internacional de Naciones Unidas para regular y restringir los plásticos, podemos ir avanzando en las prohibiciones a nivel municipal y nacional de los plásticos de un sólo uso y en cambiar nuestros hábitos de consumo, por ejemplo diciendo: “sin pitillo por favor”.
