Un nuevo espectáculo aberrante volvieron a dar los hinchas del Atlético Nacional ayer en el Estadio Atanasio Girardot. Después que el equipo verde perdiera sin atenuantes ante Millonarios la Super Copa, con dos golazos del paraguayo Ovelar, los hinchas empezaron a insultar a los jugadores azules quienes querían, como marca la tradición, dar la vuelta olímpica para celebrar el título. Fue imposible hacerlo porque desde la tribuna los hinchas, sobre todo los de la barra Los del Sur, arrojaron objetos contra ellos.
A mí lo que me indigna como hincha de Millonarios es que esta acción no tendrá ningún tipo de repercusión en la Dimayor. Si esto lo hubieran hecho los hinchas del América cerraban el Pascual Guerrero durante seis meses. Acá le tienen tanto miedo al equipo de los Ardila Lule que los medios pasaron de agache la noticia. No se está juzgando con el mismo rasero. Afortunadamente las vacas gordas parecen darle paso a la sequía. Desde que se fue José Julian De La Cuesta de la presidencia, los verdes quedaron a la deriva. Ni el español Lillo ni este Almirón parecen estar a la altura del autoproclamado equipo más grande de Colombia. Tan honda es la crisis que Andrés Botero acaba de renunciar a la presidencia del equipo que parece más una balsa a la deriva.
Nosotros, los azules, mientras tanto seguimos celebrando los goles de Ovelar. No hay nada más rico que hacerle goles al Nacional en el Atanasio Girardot. Esta va a ser la constante en toda la temporada: Millonarios va a ser el Papá del Nacional. Gracias Russo, gracias Gottardi, gracias por hacernos muy grandes